Continúa la búsqueda del instructor argentino de parapente que cayó en aguas de La Pedrera

Leandro Ramos se había instalado temporalmente en el balneario La Pedrera y ofrecía vuelos de bautismo para financiar su viaje por América del Sur.

El instructor argentino viajaba en su parapente por América del Sur. Cuando se supo que estaba en La Pedrera, muchos decidieron ir hasta ahí el fin de semana para experiementar el vuelo.

A las 16:30 de este domingo había hecho ya unos diez viajes de bautismo, incluso con niños. Todavía muchos esperaban por el suyo cuando se precipitó al agua. A tiempo logró liberar a su acompañante, una mujer que vive en el balneario.

Cecilia nadó e hizo la plancha hasta llegar a las rocas. Cuando fue rescatada ya tenía síntomas de hipotermia. Fue trasladada a un centro asistencial y, aunque todavía en shock, se encuentra bien y fue dada de alta.

La caída se produjo a cien metros de la costa, donde hay una profundidad de unos quince metros.

Su hermana, Zully Ramos, está presente en la zona donde las autoridades buscan a Leandro y dio su testimonio: "En abril habíamos estado en contacto por última vez y yo le dije: 'hermano, no quiero que te sigas dedicando a esto'. Él me dijo que me quede tranquila, que estaba acostumbrado y que tenía todos los cursos. Me dijo: 'yo quiero volar, mi destino es volar'. Sabíamos que estaba acá porque lo veíamos por las redes, incluso cuando lo vi pensé 'es un loco bárbaro'".

Su primo aseguró que es un hombre con experiencia en la materia: "Tenía una experiencia tremenda, él sabía lo que hacía".

Su historia

Leandro Ramos nació en Pinamar, Argentina, pero es hijo de uruguayos. Trabajó como  meteorólogo en el Servicio Meteorológico Nacional argentino, pero también era instructor de parapente y su espíritu aventurero pudo más. Decidió embarcarse en una travesía por Sudamérica que le iba a llevar cuatro años. Eligió a su perro como compañero de ruta.

El 15 de abril salió de la ciudad de Chajarí, en Entre Ríos y después de varias escalas aterrizó en Rocha.

Leandro estuvo en Paso de los Toros y en Sarandí del Yí y llegó a La Pedrera hace dos semanas. A su página de Facebook subió imágenes del balneario, que le había encantado. Planeaba quedarse unos días para financiar el resto del viaje por lo que ofrecía vuelos de bautismo a los novatos.

Reglamentación

Como en otros países de la región, el vuelo en parapente es considerado una actividad deportiva, por lo que no está regulada como otras actividades aéreas.

La única normativa que existe está bajo la órbita de Aviación Civil y solo determina las zonas donde pueden volar y la altura máxima.

No pueden transitar sin dar aviso a los aeródromos cercanos, pero sí pueden hacerlo si informan por anticipado. En el caso de la costa pueden volar sin registrarse.

El vocero de la Fuerza Aérea Leonardo Blengini dijo a Telemundo que como actividad deportiva pueden ingresar a tierra con el equipo como si fuera una bicicleta.

En Uruugay, los parapentes no pueden superar las alturas de los espacios de vuelo registrado: solo pueden volar de 0 a 600 metros.


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