Derrumbe en Paso Molino: familias critican condiciones de casas provisorias y dicen que en una semana pueden quedar en la calle

“Si entramos las personas no entran las cosas, si entran las cosas no entran las personas”, resume una de las damnificadas por el derrumbe sobre los contenedores ubicados en la Rural del Prado.

Alrededor de unas 50 personas viven en contenedores y pequeños cuartos ubicados en la Rural del Prado desde el 29 de octubre, día en que un derrumbe en el Paso Molino los dejó sin casa, y a varios, sin pertenencias.

Las 20 familias se han organizado para convivir en espacios reducidos y con muchas dificultades producto de la poca cantidad de baños y la carencia de lugares para cocinar y comer.

Cristina, por ejemplo, relata que junto a su esposo, cuatro hijos y cuatro mascotas viven en un solo contenedor. “Si entramos las personas no entran las cosas, si entran las cosas no entran las personas”, resume. Uno de sus hijos duerme en el contenedor de al lado, junto a otros familiares para ganar espacio.

“Son dos cuchetas imposibles de dormir porque son de alambre y se hunde todo. Nos arreglamos como podemos, con algún colchón en el piso. Durante el día no podemos poner una mesa. Supuestamente no podemos cocinar, se puede tener poco y nada”, cuenta a Telemundo Cristina, y agrega que para conseguir agua potable deben caminar media cuadra.

Los baños son otros de los problemas. Según mostraron a Telemundo, el grupo de familias que está en los contenedores cuenta con solo un baño químico y que está inutilizable ante la falta de mantenimiento.

Para poder usar un baño deben caminar una cuadra hasta el establecimiento, y si quieren bañarse, deben subir tres pisos.

Esto perjudica especialmente a Richard, un hombre no vidente que vive en los contenedores y que es acompañado por su hermana Karen hasta las duchas con dificultad.

“Richard era muy independiente. Hace cuatro años es no vidente y se estaba arreglando en su casa, dónde estaba cada cosa, independizándose. De la noche a la mañana en un container de dos por dos”, relató Karen.

El 29 de octubre trabajaron en conjunto el Ministerio de Desarrollo Social y la Intendencia de Montevideo para “alquilar”, según cuentan los vecinos, estos espacios. Luego el Ministerio de Vivienda (MVOT) ha ido a realizar “entrevistas” y les aseguraron que “a la brevedad” les conseguirían una solución.

“Cuando llegamos nos dijeron que era totalmente transitorio. (Del MVOT) nos dicen que están trabajando. No nos dan ninguna respuesta más”, critica Cristina.

Los damnificados por el derrumbe aseguran que el alquiler del predio es por 15 días con 15 más de prórroga, que se vencerá el próximo jueves, 2 de diciembre. “No sé si nos van a dejar sentados en la vereda”, plantea Cristina.

Emocionada, Karen reconoce estar “agotada, realmente cansada”, y asegura que todos los adultos son trabajadores y buscan salir adelante. “Esto fue un siniestro, como si fuera un incendio. Sabemos de un fondo de vivienda que nos corresponde. El Ministerio de Vivienda tiene un fondo para siniestros y esto fue un siniestro”, señala.

Los vecinos entregaron una carta en el MVOT con el fin de mantener en los próximos días una reunión con la ministra Irene Moreira.


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