Dos policías fueron imputados y otro condenado tras investigación por un caso de presunto abuso policial

Ocho efectivos permanecían detenidos desde el miércoles por el caso. Los cinco policías restantes quedaron emplazados, y podrían volver a ser citados.

Dos policias fueron imputados y uno condenado como resultado preliminar de una investigación por presunto abuso policial en un operativo ocurrido en noviembre de 2020.

Los dos formalizados fueron imputados por abuso de funciones y privación de libertad. A uno de ellos además se le imputó el delito de violación de domicilió y lesiones graves.

El efectivo que fue condenado admitió omisión a la hora de denunciar que había personas extrañas a la investigación en el lugar que apareció el arma. La Fiscalía cree que los efectivos plantaron un arma para justificar su accionar, y ese policía omitió decir que tenía elementos para afirmar que el arma no era del ahora denunciante. Cumplirá tres meses de libertad a prueba.

El hecho ocurrió el 14 de noviembre del 2020, cuando sobre las 00:20 de la madrugada, Policía del PADO que estaba apostada a la altura de la Avda. de los Pinos y Ruta Interbalnearia (en el balneario Neptunia) inició una persecución contra un vehículo que, según el relato de los efectivos,  ignoró la voz de alto y llevó adelante maniobras evasivas para escapar de la Policía.

En determinado momento, los efectivos aseguran haber escuchado detonaciones provenientes del auto, lo que los llevo a disparar contra el vehículo e hirieron a su conductor en la mano. La persecución terminó dentro de la casa del hombre, que fue arrestado.

En el auto no se encontró ningún arma de fuego, pero sí se halló una tirada en el trayecto de la persecución.

El hombre que fue perseguido aquella madrugada de noviembre presentó una denuncia por abuso policial contra los efectivos que lo detuvieron y la investigación permitió detectar varias irregularidades.

Primero, que las imágenes de las cámaras de la ruta permiten ver que el hombre nunca realizó maniobras evasivas para eludir a la Policía, y que el hombre comienza a ser perseguido por los efectivos sin motivo aparente.

Segundo, la prueba de balística realizada sobre la mano de aquel hombre comprobó que él nunca había disparado, como sugerían los policías.

Tercero, el arma encontrada en el camino de la persecución no tenía huellas del hombre, y en su interior se encontraron municiones pertenecientes al Ministerio del Interior.


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