El 25 de abril el sindicato del gas ocupó la planta de la empresa en General Flores y Batlle y Ordóñez.
Denunciaban que Petrobras estaba concretando un proceso sostenido de desinversión, que ocasionaba la pérdida de más de 7.000 usuarios y pretendía el despido del 25 % de la plantilla para reducir costos.
Además, el sindicato sostenía que la empresa procuraba irse del país cobrando una indemnización del Estado de alrededor de 85.000.000 de dólares.
El gremio desalojó la planta ese mismo día, tras la mediación del Ministerio de Trabajo y una orden judicial a pedido de la empresa.
El 30 de abril tres trabajadores comenzaron una huelga de hambre. Instalaron una carpa frente al Ministerio de Industria y reclamaron que quitara la concesión a Petrobras.
El 29 de mayo levantaron la medida.
La empresa emitió un comunicado para reiterar la necesidad de abatir costos ante el agravamiento de la situación deficitaria de la concesión. Aseguraba que solo se sostenía por los aportes de Petrobras.
El 10 de junio el sindicato comenzó una huelga general, para protestar por sucesivos rechazos de la compañía a propuestas del Poder Ejecutivo para evitar despidos, sanciones y envíos al seguro de paro.
Esta huelga general finaliza hoy miércoles 17 de julio.
Duró 37 días.
