La Justicia revocó la prisión domiciliaria de Vázquez y determinó su reingreso de forma inmediata a un centro carcelario a partir de un informe médico.
Vázquez contaba con prisión domiciliaria desde 2016 por razones de salud y en 2018 se radicó en Rivera por razones económicas y familiares, según su solicitud.
En ese año, tras constatarse que había violado la prisión domiciliaria, se instaló una custodia policial en el edificio donde vivía, a tres cuadras de la frontera con Brasil.
La prisión domiciliaria se le había otorgado por razones de salud, según el pedido de la defensa. El fiscal Ricardo Perciballe pidió una junta médica para evaluar estado de Vázquez.
La jueza de Rivera, Dahiana da Costa, determinó que el informe lo realizara el instituto forense de Rivera. El médico a cargo pidió informes al neurólogo de Vázquez, ordenó una pericia psiquiátrica y formó una junta.
Con estos insumos, el médico forense Alan Madruga estableció que las enfermedades crónicas de Vázquez se encuentran estables bajo tratamiento.
La pericia psiquiátrica concluye que “no posee enfermedad psiquiátrica alienante”. La junta estimó que podía volver a ser alojado en un centro carcelario si se aseguraban los cuidados médicos necesarios y la medicación indicada.
Gilberto Vázquez fue condenado en 2009 a 25 años de cárcel por 28 homicidios especialmente agravados. Dos años después también fue procesado por la desaparición y muerte de María Claudia García de Gelman y por la apropiación y robo de identidad de su hija Macarena.
