Las expectativas de los uruguayos empeoraron respecto a la economía del país, el empleo y la inflación.
Es la primera vez en la historia que el índice de confianza del consumidor entra en la llamada zona de “atendible pesimismo”.
Este es el peor registro desde que existe el indicador. En once años, Uruguay marcó en agosto el peor nivel de expectativas sobre el desempeño económico del país.
Los uruguayos mostraron una menor predisposición a la compra de bienes durables, como automóviles y electrodomésticos, una menor confianza en el desempeño de la economía personal y también de la economía país.
Este mayor pesimismo se evidencia tanto en las expectativas de corto plazo, a un año, como a mediano plazo, tres años.
Pero además, la confianza cayó a mínimos históricos en materia de generación de empleo. Un 62 % de los consultados considera que en el próximo año el nivel de desempleo será mayor que el actual.
También empeoraron las expectativas sobre la evolución de la inflación y la predisposición a depositar en moneda nacional.
