El instituto destinado a la inclusión social de adolescentes en conflicto con la ley quiere plantear el uso de medidas no privativas de libertad.
El Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa) cumplió un año. Se creó como sustituto del Sirpa en 2011.
La ley en su creación le dio como propósito principal la reinserción de adolescentes en conflicto con la ley.
Una muestra de talleres que se hacen en los hogares buscó reflejar el esfuerzo por la rehabilitación a través de actividades educativas.
“A esta altura hemos eliminado el maltrato físico en el sistema. Hay que profesionalizar la carrera, hacer talleres para que las cuestiones de violencia se dejen de dar. Esto llevará un tiempo porque es un cambio cultural en la institución”, contó la directora de Inisa Gabriela Fulco.
En el instituto hay 467 internados y actualmente hay un proceso de descongestionamiento del sistema. El 15 de diciembre se presentará un protocolo para medidas sin pérdida de libertad.
