El perfil más frecuente del preso uruguayo: joven, pobre, con rupturas familiares y problemas en su infancia

"El tiempo de la cárcel tiene que ser tiempo de oportunidades, no tiempo perdido o de ocio", reflexionó Juan Miguel Petit.

La nueva cárcel de Punta de Rieles buscará descongestionar los centros carcelarios que se encuentran desbordados. ¿Qué expectativas se tienen? ¿Qué desafíos tiene Uruguay en materia de rehabilitación carcelario?

Abordamos el tema junto a Juan Miguel Petit, comisionado parlamentario para el sistema carcelario

Cárcel de Punta de Rieles

Hacemos una tarea al servicio de todo el Parlamento. Somos representantes de todos. Trato de interactuar con todos.

La cárcel de Punta de Rieles la seguí de cerca, desde su construcción. La vi ya pronta el pasado viernes. Es una cosa nueva. Es una novedad para el sistema. Es una cárcel grande, de grandes dimensiones. Va a ser un movimiento grande de gente, que va a permitir bajar la superpoblación.

Esta cárcel fue concebida cuando el sistema estaba explotando. Uruguay ha crecido exponencialmente en su crecimiento de población en cárceles.

Ha habido un intento de innovar. Hay una cantidad de gente que ha trabajado para este programa. Trataremos de aportar con propuestas, planteos y recomendaciones.

La falta de rehabilitación

Tener un sistema que funciona como una plataforma de educación, de integración, de bajar la violencia… estamos lejos de eso. ¿Qué quiere la sociedad? No es fácil, en ninguna parte del mundo. No son muchos los países que han pensado para qué realmente quieren las cárceles: ¿para rehabilitar o para hacer sufrir?

Las cárceles son para rehabilitar y para educar, pero nos falta reflexión social. La violencia genera violencia. El Estado tiene que transformar la violencia en ciudadanía, y eso requiere políticas públicas sociales a largo plazo.

En materia educativa se ha mejorado bastante. Hay presencia de Secundaria en todas las cárceles, pero la educación todavía es poca: hay un 20 % de gente privada de libertad que estudia. Y hay muchos que quieren estudiar y no tienen cupos. Pero también hay programas que no son adecuados.

Hay una cantidad de analfabetos que es preocupante. Y también hay muchas personas con problemas sociales, que no logran ayudar a sus familias.

En las cárceles tenemos una enorme cantidad de personas que tienen problemas que no están siendo atendidos, y eso genera violencia y los hace a ellos generadores de violencia.

Todavía estamos lejos del nivel que Uruguay puede tener en respuesta a la violencia y al delito.

Si hiciéramos un perfil general, la persona que está presa es joven, pobre, no tuvo familia o rupturas familiares, tuvo problemas en su infancia. Han tenido una gran cantidad de golpes en la vida. Eso requiere políticas sociales. El tiempo de la cárcel tiene que ser tiempo de oportunidades, no tiempo perdido o de ocio.


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