El Centro de Industriales Panaderos lanzó una campaña en más de cien panaderías de todo el país, para recuperar un sabor tradicional en estas fechas y donar una parte de las ventas.
Masa madre, muchas horas de fermentación, frutas abrillantadas, frutos secos y el secreto de cada panadero hacen del pan dulce un compañero insustituible de las fiestas navideñas. Por eso este año el centro de industriales panaderos lanza una iniciativa: el regreso al pan dulce artesanal.
Las panaderías que son parte de esta iniciativa tienen un cartel en la puerta y cada pan dulce lleva este sello que garantiza la colaboración a la fundación. La preparación se da en cada panadería, medio kilo de masa en cada molde, cocción a 180 grados durante 30 minutos. La promesa volver al sabor tradicional del pan dulce.
Cada panadería elabora y vende el pan dulce con su propia receta y precio, lo que no varia es la colaboración de 10 pesos a la Fundación Pérez Scremini por unidad vendida.