Considera un escenario económico con luces amarillas y posterga el cumplimiento de varias metas.
La Rendición de Cuentas prevé un incremento del gasto de $4.700 millones para 2019 y 2020, que serán financiados con las utilidades del Banco República y una mayor recaudación de impuestos por un incremento del PBI.
Del total, $1.700 millones corresponden a gasto comprometido y 3.000 millones se suman para las áreas más críticas: educación, salud, seguridad y vivienda.
El equipo económico entregó el sábado el proyecto de ley, que ahora será tratado en el Parlamento, y subrayó que logra un equilibrio entre las necesidades presupuestales y las limitantes fiscales. El déficit fiscal en mayo subió a un 4 %, el valor más alto en una década y media.
La iniciativa considera un escenario macroeconómico con luces amarillas. La economía crecería un 2,5 % este año, un 3,3 % en 2019 ante una recuperación del sector productivo, y un 3 % en 2020.
La inflación, por su parte, cerraría el año en un 6,8 %, para ceder a un 5,9 % en 2019 y a un 5 % en 2020.
El déficit fiscal sería de un 3,3 % en 2018, 2,8 % en 2019 y 2,5 % en 2020. Originalmente, el Gobierno preveía alcanzar ese guarismo un año antes.
