Astori: "el país no resiste aumento de carga tributaria"

El ministro de Economía dijo que permanentemente cuidan el gasto público e indicó que desde el 2003 Uruguay no había tenido una Rendición de Cuentas tan austera en materia de gastos.

¿Este es el momento más complicado de la economía uruguaya desde que gobierna el Frente Amplio?

La economía uruguaya es una economía que crece menos que los años anteriores pero no olvidemos que creció durante quince años consecutivos. Sigue creciendo, no cayó nunca en recesión durante este período. Según nuestro pronóstico podemos decir que no caerá en recesión en los tiempos que vendrán. Es una economía con resiliencia, con capacidad para resistir a obstáculos internacionales y regionales que son evidentes. También tenemos grandes desafíos. Si yo tuviera que elegirlos, elegiría en primer lugar el estímulo a la inversión productiva que para Uruguay es fundamental, y el orden macro económico.

La calificadora de riesgo Fitch mantuvo la nota de la deuda uruguaya en el escalón más bajo del grado inversor, pero le cambió la perspectiva, de estable a negativa. Para esa agencia, Uruguay podría perder el grado inversor. Usted ha cuestionado la decisión de Fitch, pero dada esta realidad ¿no deberían tomarse medidas?

Yo creo que la propia agencia establece que no hay peligro inminente ni mucho menos de perder el grado inversor. Es simplemente una decisión que tiene que ver con la necesidad de llamar la atención sobre un tema. En segundo lugar, Uruguay ya pasó por esta situación y lo superó rápidamente. Esto es importante decirlo porque Uruguay demostró que puede superar rápidamente una situación de este tipo. En 2016 pasó lo mismo con dos de las consultoras que hoy tienen a Uruguay más arriba. Al año siguiente Uruguay ya había revertido con su compromiso de estabilidad fiscal la perspectiva negativa.

Fitch dice, entre las debilidades de Uruguay, que tiene un pobre cumplimiento de las metas fiscales.

No es verdad, Uruguay ha tenido un cumplimiento importante de las metas fiscales y sobre todo de la trayectoria descendente, eso es lo que importa tanto a Fitch en su juicio como a nosotros. Desde el punto de vista de las metas estrictamente fiscales, y sobre todo del corazón del sector público que es el gobierno central y el Banco de Previsión Social, estuvimos muy alineados con las metas que establecimos. T uvimos algún desvío por circunstancias especiales que se presentaron. Por ejemplo, cuando el dólar estuvo muy bajo por las tendencias internacionales y el Banco Central tuvo que sostenerlo comprando muchos dólares, y luego retirando dinero de plaza, ese fue un factor que no estaba previsto en las metas. Eso representó un punto del déficit fiscal.

Hay economistas que sostienen que el próximo gobierno va a verse obligado a aplicar un ajuste fiscal, ahora si tenemos esta luz amarilla, ¿no sería conveniente hacerlo ahora?

Este gobierno comenzó demostrando que toma medidas, porque lo primero que hicimos fue un gobierno de consolidación fiscal. Eso fue, entre otras cosas, lo que permitió revertir aquella perspectiva negativa de 2016. Sigue actuando en la contención del gasto porque hemos llegado a la convicción de que el país no resiste a un aumento de la carga tributaria, sobre todo si queremos estimular la inversión productiva.

El escenario regional cambió...

El escenario regional cambió y Uruguay ha hecho esfuerzos enormes para diferenciarse de la región, desacoplarse. Lo sintetizo en un solo número. Desde el 2011 a la actualidad en que se produce el desacople Uruguay creció 21%, mientas Argentina y Brasil prácticamente no han crecido.

Uruguay crece a ritmo moderado, sin embargo la tasa de desocupación está en niveles alto. Entre 8% y 9% y todavía la tasa de empleo viene bajando...

En las últimas mediciones la tasa de empleo creció algunas décimas, pero tenemos que crecer más. Aumentó la tasa de actividad, hay más gente buscando trabajo. Eso hizo crecer en algunas décimas la tasa de desocupación. Pero lo que más me importa es que este es otro tema en el que se muestra que Uruguay está actuando. Uruguay está poniendo en práctica y va a seguir poniendo en práctica nuevas medidas tendientes a estimular la inversión y el empleo. Es el tema en el que más estamos actuando y más medidas estamos tomando.

El mes pasado usted decidió que no será precandidato a la Presidencia de la República en las elecciones internas y su movimiento decidió apoyar a Daniel Martínez, ¿qué futuro político imagina para usted?

Yo voy a seguir trabajando, no puedo definir hoy cuál va a ser mi lugar político de trabajo. No me voy a retirar de la actividad política porque tengo muchas ganas de trabajar, tengo mucha voluntad para hacerlo. Además no podría vivir sin la política, y brindar los esfuerzos que pueda brindar al Frente Amplio y al país. Es muy probable que encabece la lista al Senado del Frente Líber Seregni, pero no ha  sido definido todavía. Es un tema que tenemos que discutir pero esa es mi voluntad.

Mario Bergara anunció su candidatura. Él ha integrado sus equipos económicos, ha sido una pieza clave. Se define, igual que usted, como seregnista. Entonces, su candidatura ¿no es de hecho una movida para tomar su lugar como líder del espacio de izquierda moderada en el Frente Amplio?

Mario es una persona con gran capacidad, que merece ser precandidato. Lo había anunciado desde hace tiempo, antes de que yo desistiera de hacerlo. Hay que respetar su voluntad. Pero yo creo que cuando se toma una decisión de este tipo hay que equilibrar capacidades con potencial electoral, porque en una elección se quiere tener el mejor resultado posible y en ese balance está mejor posicionado Daniel Martínez que Bergara.

¿Pero Bergara puede ser su sucesor?

Yo no voy a designar a mi sucesor. Serán otros factores y otras circunstancias las que lo harán, hay muchos compañeros valiosos.

 


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