Este martes se reunirán los arqueólogos, antropólogos y forenses para establecer el cronograma de análisis de los restos hallados en el Batallón 13

Todavía no se envió una muestra a Argentina para cotejarla con su banco de datos para identificar a personas desaparecidas.

Pasaron cinco días desde que el grupo de investigación en arqueología forense del Uruguay encontró un esqueleto completo en el Batallón 13, mientras realizaban excavaciones en la búsqueda de desaparecidos.

En ese predio, que tiene diez cuadras sobre camino Casavalle y casi siete cuadras por avenida de las instrucciones,  funcionó un centro clandestino de detención y torturas llamado 300 Carlos. Allí desaparecieron ocho personas, según datos oficiales. Se trata de una zona cautelada judicialmente desde 2011.

“Es una zona inundable y para prevenir que cualquier lluvia impida seguir trabajando, van a seguir trabajando. Vinimos con prosecretario, comandante en jefe a ponernos a la orden de la juez que sigue todas las disposiciones”, dijo el ministro de Defensa José Bayardi.

El esqueleto fue finalmente desenterrado y retirado a las nueve de la noche del miércoles.

El grupo de arqueología forense informó que el patrón del enterramiento fue el mismo que se vio en otros hallazgos en predios militares: individuales, con mucha cal por encima y a entre 80 centímetros y un metro de profundidad.

Los restos permitirán determinar el sexo, la edad aproximada y estatura de la persona.

Mientras tanto, será el equipo argentino de antropología forense que realizará un estudio de ADN, a partir de una muestra que recibirá esta semana. Tienen elementos para identificar a 160 de los 196 uruguayos desaparecidos en la dictadura.

Los trabajos en Uruguay continúan. El viernes, debido a las lluvias, el grupo de investigación no pudo trabajar en el batallón, pero retomarán las tareas este lunes.  Resta retirar bolsas de tierra que luego tamizarán en búsqueda de otros fragmentos o elementos que aporten a la investigación.


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