Expreso de Guantánamo se reserva el derecho de autorizar videos de su alimentación forzosa

Las filmaciones del refugiado en Uruguay son objeto de una batalla legal en EEUU, pero Jihad Diyab sostuvo que solo podrán hacerse públicas si da su consentimiento.

"Yo tengo la última palabra sobre la publicación de los videos de mi alimentación forzosa y aún no he resuelto si aceptaré", dijo Jihay Diyab a la agencia rusa Sputnik Nóvostieste. Diyab, sirio de 44 años refugiado en Montevideo y expreso de la cárcel de Guantánamo, fue forzado a alimentarse durante una huelga de hambre en la cárcel estadounidense ubicada en Cuba. Las filmaciones son objeto de una batalla legal en Estados Unidos.

"Soy el único que tiene derecho a decidir sobre esos videos" ya que "fui su involuntario protagonista, y sin embargo nunca pude verlos", añadió Diyab, quien durante los trece años que pasó en Guantánamo afirma haber sido sometido unas 1.300 veces a alimentaciones forzosas.

La práctica más común consistía en introducir una sonda por la nariz de los reos, que eran previamente inmovilizados. Un grupo de más de diez medios de comunicación, incluidos The New York Times y el Guardian, se sumaron a la demanda para obtener la publicación de los videos, habían iniciado previamente los abogados de Diyab.

Una vez que se conozca el fallo definitivo del tribunal estadounidense que entiende este caso, "pediré que me entreguen la versión editada y solo entonces tomaré una decisión", pues esas filmaciones muestran los "sufrimientos personales" que él debió soportar.

Decisión de la justicia

La semana pasada, la jueza federal Gladys Kessler conminó al gobierno de Estados Unidos a dejar de emplear tácticas dilatorias para evitar que se publiquen más de 30 videos que contienen once horas de filmación de los procedimientos practicados a Diyab. Kessler había ordenado la publicación en octubre de 2014, pero el gobierno recurrió la decisión y un tribunal de apelaciones le devolvió el caso a la magistrada.

Ahora, la jueza dice que las autoridades deben publicar un primer tramo de cinco horas de grabaciones antes del 31 de agosto, pero la decisión podría ser nuevamente recurrida ante la justicia. Diyab, quien fue puesto en libertad en diciembre de 2014 y desde entonces vive en Uruguay, también declaró a Sputnik Nóvosti que él y sus abogados habían firmado un acuerdo sobre este asunto, "de modo que ellos no pueden hacer nada sin mi consentimiento", subrayó.

Método punitivo

La existencia de tales videos se conoció durante las audiencias conducidas por Kessler en el proceso iniciado por abogados de Diyab contra la alimentación forzada que el personal militar de Guantánamo lleva a cabo con los presos que observan huelgas de hambre.
Los abogados denunciantes alegaron que en realidad se trataba de una práctica punitiva para suprimir esta forma de protesta.

Aunque se practicó a menudo desde que George W. Bush abrió, en enero de 2002, esa prisión para "combatientes terroristas", en 2013 estalló una huelga de hambre generalizada y el gobierno estadounidense alegó que solo mediante la alimentación forzada podía mantener vivos a los reclusos que se encontraban más débiles.

Desde entonces, el Departamento de Defensa no informa sobre cuántos presos llevan a cabo una huelga de hambre. Sin embargo, ha confirmado recientemente que sigue practicando alimentaciones forzosas por la noche durante el actual mes sagrado del Ramadán, según dijo la periodista Carol Rosenberg en su cuenta de Twitter.

El método consiste en introducir una sonda nasogástrica en la nariz del paciente por la que luego se le introduce una solución alimenticia, regularmente Ensure.

Pero el procedimiento en Guantánamo incluye la extracción forzosa de la celda, donde la persona es esposada y encadenada y luego llevada a rastras hasta una sala donde se la inmoviliza en una silla con ajustes en sus brazos, piernas, cuello y cabeza.
"Durante los procedimientos me golpeaban incluso hasta dejarme inconsciente", dijo Diyab, quien permaneció trece años en la base en territorio cubano sin ninguna acusación formal.

La libertad de este sirio fue decretada en 2009 pero solo a fines de 2014 consiguió salir de la prisión.

Ficción política

En opinión de Diyab, el litigio por los videos en Estados Unidos es parte de una "ficción política", que incluye "denuncias en los medios, juicios, órdenes judiciales que el Poder Ejecutivo debe obedecer", para mostrar que "el gobierno obedece la ley y el debido proceso, pero si fuera cierto no existiría Guantánamo en primer lugar".

Mientras estuvo preso, tuvo muy poca información sobre la causa judicial, pero cada vez que había una novedad en los medios "volvían los maltratos como represalia", aseguró.

Diyab también reclama que el gobierno de Estados Unidos le devuelva "los textos de seis libros que escribí y los dibujos y pinturas que hice en Guantánamo" y que le fueron confiscados cuando salió de la prisión.

De los seis reclusos que llegaron a Uruguay en diciembre Diyab es el único que no ha obtenido todavía una solución habitacional y sigue viviendo en una casa prestada por la central sindical PIT-CNT.

También era el único del grupo que estaba casado y era padre de cuatro hijos cuando lo detuvieron en Pakistán, en abril de 2002. Sin embargo, tampoco ha conseguido aún la reunificación familiar a la que tiene derecho todo refugiado.

La prisión de Guantánamo llegó a tener 779 detenidos desde que Bush la abrió en enero de 2002 en la base militar que Estados Unidos mantiene en Cuba para alojar a "combatientes enemigos" una categoría inexistente en el derecho internacional.

Durante el gobierno de Barack Obama, que efectuó la promesa electoral de cerrar la prisión, obtuvieron su libertad 121 personas. Hoy permanecen detenidos 116 hombres, de los cuales 52 tuvieron su libertad decretada hace varios años y aún esperan que se materialice.

Basado en la agencia Sputnik Nóvosti.


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