"Puedo hacer deporte pero no acelerados, ya no me canso", expresó la menor.
Erika Farrón nació en el la zona de Jardines del Hipódromo, Montevideo, y es la tercera hija de una familia de seis. A los dos años le detectaron una cardiopatía dilatada severa producto de una neumonía y su vida transcurrió con dificultades, ya que su corazón no latía correctamente.
Su madre, Natalia Hernández, comentó que Erika fue internada continuamente hasta que un día le dijeron que solo un trasplante podía salvarla. Fue así que ingresó en una lista de espera para recibir un corazón.
"Cada día se iba agravando más. El día que nos llamaron para el trasplante hacía poco que había salido del CTI. En esa internación prácticamente me dijeron que no había nada más para hacer. Nos dejaron entrar para despedirnos, pero yo no quería despedirla. Les dije a mis hijos que jueguen con ella", recordó.
Sin embargo, hace siete años la vida de Erika cambió al recibir un trasplante de corazón, intervención que hacía mucho tiempo no se realizaba en un menor de diez años en Uruguay. Ahora, la adolescente cumplió 15 años y su vida es normal, como la de cualquier joven, solo que no puede hacer grandes esfuerzos.
"Puedo hacer deporte pero no acelerados. Ya no me canso", contó Erika a Telemundo. Natalia dijo que hay cosas que su hija no puede hacer, pero destacó que su vida "viene bárbara". "Toma la medicación, se cuida. Está teniendo una vida mucho mejor que la que tenía", continuó.
La mujer se siente más tranquila y feliz porque sabe que su hija tiene el corazón que necesita. "Nos cambió la vida por completo", expresó Natalia entre lágrimas.
Hoy Erika sueña con ser doctora "por lo que le pasó" y también "para saber" en caso de que pase algo similar a lo que vivió.
Su familia quiere festejar este sábado los 15 años y para eso están solicitando la ayuda de todos. A Erika le falta el vestido, la torta, todo aquello que requiere un festejo. Para colaborar se puede hacer por el 094478262.
