El flamante canciller dijo que esta semana se reunirá con su equipo para informarse de todos los temas y que luego se reunirá cons los expresidentes.
Siete días después de haber firmado el acta que lo convertía en Canciller, Francisco Bustillo asumió el cargo más importante del ministerio al que ingresó cuando tenía 26 años:
Sin ceremonia y con tapabocas, lo esperaban en Palacio Santos para una bienvenida con distanciamiento; luego de una semana en cuarentena y cuatro meses de mucho debate entre lo político y lo técnico:
Diplomático, Bustillo no quiso entrar en temas complejos y pidió una semana más para responder sobre Venezuelas y dictaduras, presión de Trump en el Banco Interamericano de Desarrollo, la diplomacia 5.0 de Talvi, y todas las preguntas que se puedan realizar en simultáneo:
Esa semana de trabajo incluirá reuniones con expresidentes y excancilleres, también con su antecesor Ernesto Talvi, aunque no habrá transición, dijo Bustillo a Telemundo.
Esas declaraciones cerraban la primera visita de Bustillo canciller a Casa Pérsico, sede del Instituto Artigas del Servicio Exterior. “Una visita muy particular y muy sentida”, confesó el ministro al recordar la exigencia de los concursos necesarios para avanzar en la carrera.
También allí pidió tiempo para dar su opinión sobre los temas más complejos.
Pensando en mantener la base, aunque con ajustes para mejorar su funcionamiento, Bustillo caminó las tres cuadras que separan Cancillería de Casa Pérsico acompañado de las principales autoridades ministeriales.
Fue esa su segunda visita como Canciller. La primera había sido al presidente de la República en su domicilio, domingo a la noche al finalizar el aislamiento preventivo.
Al salir de Cancillería, Bustillo declaró a Telemundo que no habrá una transición con Ernesto Talvi
