La fiesta se llevó a cabo el 8 de agosto pasado. Ya había sido imputado un hombre por el mismo delito: desacato especialmente agravado.
La fiscal del caso, Mirna Busich, explicó la resolución tomada por la Justicia:
"El segundo fue formalizado hoy, y también condenado. Es por desobediencia abierta a un mandato policial y de la Intendencia, por desacato especialmente agravado. Son personas que en el momento de la fiesta fueron notificadas de que la fiesta se debía suspender por las medidas sanitarias, después fueron nuevamente notificadas y fueron intimadas y se labró un acta en protocolo del cumplimiento de medidas, clausurando el local. Se obligaron a retirarse, pidieron 30 minutos para desalojar el lugar. A las dos horas los vecinos de la zona volvieron a llamar, que la fiesta continuaba, y que había más personas y más autos. Fue la Policía al lugar, se dispersaron y no pudieron detener a nadie. Se configuró en ese momento una desobediencia abierta porque estaban las notificaciones, la intimación y la clausura".
