Fulco aseguró en el Parlamento que recibió el Inisa en una situación “paupérrima”

Sostuvo que han tenido que descolgar a chicos que pretendían suicidarse y que hay una situación de “violencia institucional estructural”.

Al participar en la Comisión de Presupuesto del Senado, la presidenta del Inisa, Gabriela Fulco, recordó que asumió la presidencia del organismo el 20 de mayo del año pasado. Indicó que con el ingreso al sistema, fue el descubrimiento de un Uruguay que no pensaba que tenía.

“Pese a que provenía del sistema penitenciario de adultos, las condiciones de internación en todos los niveles resultaron paupérrimas. Lo único que uno puede sentir cuando entra a esta institución y ve a los jóvenes en la situación en la que están es dolor”, puntualizó la jerarca.

En esta línea, indicó que, por ejemplo, en el sector de niños, de 13 a 15 años, para dormir y disponer de una almohada tienen que agarrar un buzo o lo que tengan, rellenarlo con la ropa de la que dispongan y hacerle un nudo.

“Puedo seguir hablando de las situaciones que tienen que ver con higiene. El deterioro estructural. La situación de los colchones. Y la falta de ropa, tanto de cama como para ellos mismos”, explicó.

Fulco agregó que en ninguno de los 18 centros, que son todos “diferentes, pero con la misma situación de pobreza interna”, se cumple con los estándares internacionales aprobados por nuestro país.

En lo que tiene que ver con los menores privados de libertad, lo que da lugar a situaciones de conflicto, más allá de no contar con personal especializado. Dijo que en los primeros meses de trabajo, ya hace un año, lo que se hizo fue apagar incendios en lo relacionado a la conflictividad del sistema, descolgar chicos que se cuelgan permanentemente por las condiciones en que viven.

“Les digo que no es nada agradable descolgar a un chico para salvarle la vida. ¿Qué es lo que lleva a los chicos a esa situación de autoagresión? Las condiciones en las que están recluidos, y no otra cosa. Más allá de que muchos de ellos vienen  de situaciones que, a mi entender, suponen generaciones perdidas”, aseguró.

Fulco indicó que esto se vincula también con la situación sindical, que genera obstáculos permanentes, “que todos conocen”, y una “cultura del terror”. “Todo esto se define en una situación: violencia institucional estructural, de la que todos somos responsables”, afirmó.

“En esta situación, no tenemos nada que nos permita sacar adelante a la institución, más allá de un plan, porque somos conocedores de la materia. Podemos augurar que puede ser exitoso si disponemos de los fondos necesarios”, concluyó.


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