Sostienen que tomaron la decisión ante la falta concreta de respuestas por parte de AFE, que asegure que sus trabajadores no se verán afectados por la detención de sus tareas durante la obra del Ferrocarril Central.
Afirman que estos trabajos afectan a unos 60 funcionarios que no tendrán tareas, o han sido trasladados a otros destinos, con los inconvenientes que eso les genera.
Además argumentan que la operativa bajará y que perderán la parte variable de su sueldo, que cobran ligado a la productividad por razones ajenas a su voluntad.
Consideran que las partidas necesarias para mitigar la pérdida de trabajadores ferroviarios es insignificante comparado a la cifra millonaria necesaria para la obra del tren, cuyo acuerdo de financiación se firma este viernes.
Los trabajadores sostienen que las horas extras son necesarias para cumplir con los cometidos de AFE y que por tanto se verá afectada la actividad de carga y transporte de pasajeros.
Los trabajadores pusieron guardias gremiales para permitir la llegada de los pasajeros que ya estaban en viaje cuando comenzó a aplicarse la medida en la mañana del viernes.
