La directora del Inisa sostuvo que muchos de los menores infractores necesitarían acompañamiento de por vida.
“No tenemos esperanza para todos”, aseveró la directora del Inisa Gabriela Fulco ante la posibilidad de rehabilitación de los más de 300 menores infractores internados en el instituto.
Sostuvo que algunos menores requerirían acompañamiento de por vida, algo para lo que no hay estructura económica ni voluntarios para apoyar en el proceso a largo plazo. En entrevista con el semanario Búsqueda, Fulco trató de explicar cómo es posible perder la sensibilidad frente a una víctima de rapiña que pide que no la maten.
“Estamos pidiendo una sensibilidad que no conocen ni han experimentado", dijo respecto a los menores infractores, que afirma que muchas veces tienen hambre, no tienen referentes positivos y hacen lo que pueden para sobrevivir.
Dijo además que algunos menores infractores solo se comunican con 10 o 12 palabras o incluso sin ellas, usando solo sonidos guturales. Contó que dos adolescentes de 16 años tenían aprobada la escuela primaria pero difícilmente podían escribir sus nombres. Afirmó que, del total de los internos, solo 35 no terminaron la escuela pero cuando les confiscaron los teléfonos celulares y leían los WhatsApps no era fácil entenderlos.
“¿Qué está pasando con el sistema educativo?”, se pregunta, “enseñanza, enseñanza, enseñanza porque si no lo conseguimos acá, ¿afuera qué va a pasar?”.
