Luego de ser extraditado este jueves desde Argentina a Uruguay, Fernández Albín compareció este viernes en el juzgado de Juan Carlos Gómez.
La Justicia imputó a Luis Fernando Fernández Albín por organización de las actividades del narcotráfico, contrabando y lavado de activos con una prisión preventiva de 120 días a raíz del cargamento de 2000 kilos de cocaína encontrados en Punta Espinillo.
Luego de ser extraditado este jueves desde Argentina a Uruguay, Fernández Albín compareció este viernes en el juzgado de Juan Carlos Gómez.
El delincuente pasó la noche en el edificio de la ex Cárcel Central en el centro de Montevideo y en la mañana de este viernes fue trasladado al Juzgado de Crimen Organizado.
La detención de Fernández Albín en Argentina se dio el pasado 20 de noviembre “en el marco de la Operación Nueva Era II de la Dirección de Investigaciones de la Policía Nacional (DIPN), mediante la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (DGRTID) en cooperación internacional con autoridades policiales y fiscales de Argentina”.
“La investigación en curso, iniciada en abril del 2025 por narcotráfico y lavado de activos, permitió determinar que esta organización criminal involucrada directamente con las personas formalizadas por la operación Nueva Era —dedicada al ingreso, acopio, acondicionamiento y posterior envío de grandes cargamentos de cocaína hacia el extranjero. La investigación realizada por la Policía Nacional permitió hasta el momento la incautación de dos toneladas de cocaína y el envío a prisión de 8 personas por diversos delitos vinculados al tráfico de drogas y lavado de activos . También se incautaron vehículos, bienes y documentación”, agregaron desde Interior.
Luis Fernando Fernández Albín se convirtió en el último tiempo en un nombre recurrente en las investigaciones por tráfico de grandes cargamentos de droga a Europa.
Sus vínculos con Marset, su sociedad con la banda de los Suárez en la guerra en Cerro Norte, y su papel en un atentado al INR lo colocaron como uno de los principales objetivos de la policía.
Luis Fernando Fernández Albín nació en Argentina hace 38 años pero siendo apenas un niño emigró con su familia a Uruguay y se instaló en el Cerro de Montevideo. Con apenas diez años ya tenía indagatorias por hurto y arrebatos.
Estuvo internado en el Instituto Nacional del Menor (Iname, hoy INAU) de donde se fugó en reiteradas oportunidades. En una de ellas, con 13 años, cometió una rapiña por la que fue recapturado y nuevamente privado de libertad.
Ya como mayor siguió robando y rapiñando hasta que con 20 años comenzó su carrera en el narcotráfico. En 2009, con 22 años empezó en el tráfico internacional. Cayó detenido por enviar personas (mulas en la jerga narco) a España con cocaína adosada al cuerpo.
Siguió delinquiendo desde la cárcel siempre ligado al tráfico de drogas, y así forjó contactos en Europa, hacia donde enfocó su negocio ilegal.
Poco antes de recuperar la libertad, en diciembre de 2024 ordenó un atentado contra el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Dos personas en moto pasaron en una moto frente a la sede de la calle Cerro Largo y allí efectuaron varios disparos contra la fachada y dejaron una nota con una amenaza para el entonces director del organismo, Luis Mendoza.
Mientras la investigación se llevaba adelante Albín recuperó la libertad y se fue a vivir al barrio privado Colinas de Carrasco. Cuando las pruebas en su contra permitieron su detención fue allanado y encontraron un arma en la vivienda.
Fue condenado finalmente por un delito de atentado agravado en reiteración real además de porte y tenencia de armas de fuego con signos de identificación suprimidos en calidad de autor.
Cumplida esa condena recuperó la libertad pero su nombre volvió a aparecer en la mira de la Policía. El 3 de agosto la policía incautó en una chacra en Punta Espinillo 2.200 kilos de cocaína enterrados en un galpón precario.

