Justicia de familia va a determinar el destino de las jóvenes.
El INAU recibió en agosto de 2016 una denuncia de un educador de una ONG del Cerro que relató la situación de explotación sexual de la que era víctima de una de las adolescentes. Al mes, el caso llegó a la Justicia.
“Con el objetivo de proteger a los equipos que trabajan directamente con estas adolescentes, pero en primer lugar a las adolescentes, que son frágiles y tiene situaciones que las llevan a contextos donde por adultos son utilizadas”, apuntó la presidenta del INAU, Marisa Lindner.
Las tres adolescentes recibieron apoyo psicológico y social en un proceso de contención que recién empieza.
“Luego comienza un trabajo mucho más arduo y lento, porque sabemos que las secuelas de la situaciones de explotación, donde los niños son transformados en cosas, no se resuelven en cinco minutos, sino que ahí comienza un nuevo proceso de esa adolescente para poder reconstruirse como sujeto”, se agregó.
La Justicia penal, en primera instancia, ya resolvió con cinco procesamientos, pero el caso continuará en la Justicia de familia.
“La Justicia va a dar continuidad a los procesos desde el punto de vista judicial. Si bien reiteramos que ya se están abordando. Es muy importante que estas adolescentes puedan dar sostenibilidad a estos procesos y para ello son necesarias sus familias”, afirmó Lindner.
La presidenta del INAU destacó el compromiso de las personas que se animan a denunciar situaciones como estas: “Transformar ese secreto en voz”.
