Así lo indica el Índice Líder de CERES.
El índice marcó ocho caídas consecutivas entre noviembre y junio y desde entonces tuvo tres datos positivos: julio, agosto y setiembre. Estamos hablando de un cambio de ciclo.
Esto no quiere decir que la economía va a volver a los niveles previos a esta recesión y tampoco que el PIB pasará a una fase expansiva, pero es una buena señal.
Recuerden ustedes que este índice, del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social, anticipa el comportamiento del PIB en base a un conjunto de datos ya disponibles de los distintos sectores de actividad: agro, la industria, comercio, la construcción, servicios financieros, etc.
Y en este sentido, en setiembre la mayoría de las variables que componen ese índice mostraron un comportamiento expansivo, de crecimiento.