La Intendencia de Montevideo analizó la toxicidad de las cianobacterias en las playas

La playa Ramírez arrojó los valores más altos.

La Intendencia analizó la toxicidad de las cianobacterias que aparecieron en las playas este verano.

En playa Ramírez se registraron los valores más altos. El análisis determinó concentraciones de toxinas muy altas que superan 1.300 veces las que ya obligan a colocar señales de advertencia por las probabilidades de riesgos para la salud por el contacto con el agua.

El estudio concluyó que esta temporada fue excepcional porque las cianobacterias muy tóxicas permanecieron más tiempo en las playas que en años anteriores.

Según la directora de Unidad de Calidad del Agua, la presencia de cianobacterias el próximo verano dependerá de la cantidad de lluvias.

Desde noviembre hasta abril la Intendencia de Montevideo extrajo muestras de agua en las playas de la capital con cianobacterias, para determinar la cantidad de toxinas presentes. El análisis se hizo en el laboratorio del Instituto de Higiene de la Universidad de la República.

Según la guía de la Organización Mundial de la Salud, el límite de toxinas para el agua potable es un microgramo por litro. El 25 de febrero en la playa Ramírez se detectaron 5.500 microgramos de toxinas por litro, una concentración muy alta.

“Significa advertimos que ante contacto con masa de cianobacterias que puede haber riesgo para la salud del bañista o la persona que entra en contacto en la arena para la salud. El caso más emblemático es una niña argentina que comió cianobacterias. Nunca se pudo correlacionar, pero luego trasplante de hígado y análisis se constató que había toxinas”, explicó  Jimena Risso, directora de Calidad del Agua de la IM.

La concentración alta de toxinas en las cianobacterias obliga a prohibir los baños y actividades de contacto con el agua porque representa una probabilidad alta de efectos adversos en la salud de las personas.

Según la Organización Mundial de la Salud, significa potencial riesgo de intoxicaciones agudas y enfermedades a largo plazo, irritación de la piel, enfermedades digestivas y afectaciones pulmonares.

El análisis también permitió concluir que esta temporada fue excepcional, porque las cianobacterias se mantuvieron en las playas mucho más tiempo que en temporadas anteriores. Es así que en la playa Ramírez el 29 de abril el resultado fue de 3.700 microgramos de toxinas por litro. Una concentración muy alta de cianobacterias cuando el verano ya había terminado.

La bioquímica Beatriz Brena, del Instituto de Higiene de la UdelaR, explicó el origen:

El fenómeno de floraciones tiene que ver con la presencia de exceso de nutrientes en las aguas, que en esta región es muy común, y que pueden producir toxinas. Principalmente se da por la agricultura, por las poblaciones que vierten desechos y aguas residuales o por la industria también.

Jimena Risso agregó:

Este año detectamos temperaturas más altas y las lluvias- sin contar con corriente del niño fuerte - hubo lluvias diferentes que produjeron pasajes por Salto Grande elevados y lo que pueda haber estado acumulado llegan al Río de la Plata. La abundancia de caudales del río Uruguay aporta salinidades bajas, corrientes de más temperatura. Eso, sumado a mayores temperaturas, hace que el fenómeno se haya mantenido en el tiempo, que fue lo extraordinario este año, que se mantuvo en el tiempo. Pasados abril teníamos espuma de cianobacterias y el alcance regional, que tuvimos espuma hasta La Paloma, en Rocha, que no se había detectado.

Las perspectivas para el próximo verano dependerán de las lluvias, principalmente. La directora de Calidad del Agua explicó que si se producen lluvias importantes, se espera que la presencia de cianobacterias sea similar a esta temporada pasada. En cambio, si las lluvias son escasas las probabilidades de que haya menos cianobacterias.


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