Gastaron unos 15 millones de pesos. Algunos vecinos recibieron con malestar el proyecto y enviaron una carta a la Intendencia donde pidieron la remoción del mobiliario.
El proyecto en torno a Plaza Zabala prioriza a los peatones. Al quitar un carril de la calzada se eliminaron los lugares para estacionar vehículos y disminuyó su espacio para circular. Se instalaron bancos y macetas de madera y metal sobre las cuatro aristas de la circunvalación.
El alcalde del municipio B, Carlos Varela, explicó que las estaciones de descanso son estructuras livianas que se pueden desmontar y trasladar en caso de que fracase el proyecto.
La instalación de los bancos sobre la calle generó sorpresa en los vecinos. A través de una carta dirigida a la Intendencia algunos pidieron la remoción del mobiliario nuevo. Consideran que violenta el diseño de la plaza y que no eran necesarios más bancos.