El líder de la organización, Mehmet Aydin, se paseaba por Montevideo con una Ferrari blanca y luego fugó del país.
Turquía pretendía el yate, la mansión en la marina de Santa Lucía, varios terrenos en el este y trece vehículos, entre los que se cuenta la Ferrari blanca en la que circulaba Mehmet Aydin.
Estos y otros bienes fueron incautados a la organización, acusada en Turquía de una estafa cibernética valuada en 500 millones de dólares.
En Uruguay fue capturado uno de sus cómplices y condenado por lavado de activos.
Figuraba como propietario de una empresa de construcción, pero el fiscal Enrique Rodríguz comprobó que se dedicaba a lavar el dinero de la estafa. Se le impuso una pena de 4 años y seis meses de penitenciaría, que fue sustituida por libertad intensamente vigilada por el mismo plazo.
En el marco de lo que habilita el nuevo Código del Proceso Penal, acordó una pena menor a cambio de admitir cómo operaban.
Turquía apeló el acuerdo y exigió los bienes incautados, pero el Tribunal de Apelaciones de 4º turno lo ratificó, porque entendió que los decomisos son consecuencia del lavado de activos que se produjo en Uruguay.
