En cambio, el oficialismo respaldó la decisión del presidente.
"El presidente y el gobierno en general tienen que darle importancia al sector agropecuario, ha sido históricamente base de la economía del país y está pasando un muy mal momento, con enormes dificultades. Me parece que está bien, hay que convocar a todas las gremiales y yo personalmente creo que hay que convocar también a los autoconvocados", dijo el legislador colorado José Amorín Batlle.
El legislador nacionalista Pablo Abdala coincidió con Amorín: "Creo que el presidente debió tener en cuenta un movimiento que fue el que se manifestó en Durazno, que desborda los límites de la institucionalidad de las organizaciones gremiales formalmente constituidas. Creo que hace muy bien en hablar el presidente, pero me parece que debería ser más generoso en la convocatoria".
Por su parte, el senador frenteamplista Leonardo De León:"El presidente ya había anunciado cuando tuvo la reunión el 15 de enero que iba a crear un grupo de trabajo con las distintas gremiales que habían asistido a esa reunión. Convocó a ese grupo y el día lunes empieza a trabajar. Ese fue el planteo que se hizo y nosotros estamos de acuerdo con el formato que el presidente definió", dijo.
