La situación de las familias sirias en Uruguay: dos protestan y tres se instalan

El Gobierno extendió el plazo del programa pero irá reduciendo el dinero otorgado.

La Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia asegura que, de las dos familias que acampan, una rechazó la posibilidad de acercamiento y exige irse de Uruguay aunque eso implique que otro país la acepte.

En cuanto a la segunda familia, se trata de una madre sola con cinco hijos, que reside en un apartamento otorgado por el Ministerio de Vivienda y percibe $35.000 mensuales, cifra que no varió desde el año pasado. Una de las hijas mayores recibe tratamiento oncológico a cargo de la Fundación Pérez Scremini.

La Secretaría de Derechos Humanos asegura que siente muy cercana la situación de la mujer que se encuentra sola, que expresa la desesperación de cualquier madre sin mirar contexto.

Otras tres familias de refugiados sirios no están instaladas en Plaza Independencia. Fuentes de la Secretaría de Derechos Humanos explicaron que dos de esas familias están terminando microemprendimientos tras ser asesorados por técnicos del programa de reasentamiento. Uno de los jefes de familia estudia en el liceo nocturno para completar el ciclo básico y asiste a un curso para atención al cliente.

La quinta familia es numerosa, algunos adultos están trabajando pero el jefe de familia aún no. Está tomando clases de español. Fuentes de la Secretaría explicaron que la cantidad de dinero por familia varía según el tamaño. El programa de acogimiento duró dos años y terminó en octubre 2016 pero el Gobierno decidió  extenderlo por este año e ir disminuyendo el apoyo. El dinero se reducirá gradualmente.


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