El centro de estudios se encuentra en el edificio de la vieja cárcel departamental que estaba abandonada; la inversión fue de un millón y medio de dólares.
En 2017 el Ministerio del Interior cedió el predio en comodato. Las obras comenzaron en abril de 2019 y finalizaron este año tras una inversión de un millón y medio de dólares.
Se reconstruyó el edificio, pero se conservó la fachada, la entrada principal y los sectores internos con patios abiertos.
Se abre ahora una amplia oferta educativa, tecnólogo informático, bootcamp, tecnología para el agro y drones entre otros proyectos.