Lacalle está reunido en Brasilia con el presidente Jair Bolsonaro

El encuentro se lleva adelante en el Palacio de la Alvorada. Lacalle voló en un avión privado propiedad de un multimillonario empresario brasileño.

“A la vuelta hablamos”, dijo Lacalle Pou sobre las 7.30 de la mañana del miércoles al llegar a la Base Aérea número 1, donde lo esperaba el avión Dassault Falcon 7X, propiedad del brasileño Alexandre Grendene, un empresario cuya fortuna la revista Forbes estima en 1.860 millones de dólares.

Grendene es inversor, principal fabricante de sandalias de su país, propietario de la casa más grande de Punta del Este de más de dos mil metros cuadrados construidos en el barrio Beverly Hills, y de un campo de 129 hectáreas con costa sobre el Río de la Plata ubicado frente al Aeropuerto Internacional de Laguna del Sauce.

Si bien el presidente ya había utilizado su aeronave, esta vez fue para su primer vuelo como jefe de Estado. Junto al canciller Francisco Bustillo partieron a Brasilia, para un encuentro con sus pares Jair Bolsonaro y Ernesto Araújo gestionado semanas atrás por los ministros. En agenda temas del Mercosur, como la flexibilización comercial y la hidrovía del río Uruguay, pero también asuntos sanitarios, pandemia y vacunas.

A media tarde primer mandatario y ministro de Relaciones Exteriores retornarán al país y deberán iniciar una semana de cuarentena para cumplir con las disposiciones sanitarias de prevención.

Los presidentes Lacalle y Bolsonaro han tenido una buena relación, aún antes de la asunción del mandatario uruguayo.

El primer encuentro cara a cara de Luis Lacalle Pou y Jair Bolsonaro fue en la asunción del mandatario uruguayo, el primero de marzo de 2020. El presidente brasileño se mostró distendido durante la jornada y rompió incluso los protocolos de seguridad para acercarse al público.

En octubre de 2019, en plena campaña electoral en Uruguay, Bolsonaro declaró que Lacalle era su preferido para el balotaje. El entonces candidato de la coalición se desmarcó del comentario al señalar que los gobernantes no debían pronunciarse sobre las elecciones de otros países. Según los analistas, con Alberto Fernández en la presidencia de Argentina, el gobierno de Brasil apostaba por tener en Uruguay un aliado para las políticas económicas del Mercosur.

Ambos presidente también mantuvieron contactos telefónicos cuando hubo rebrotes de coronavirus en Rivera, a fin de coordinar medidas en la ciudad binacional. Por el mismo tema, Lacalle envió una carta a su par brasileño y Uruguay envió medicamentos al vecino país.


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