El precio subió porque hay en menor cantidad pero también se afectó la calidad.
El intenso calor afectó hortalizas como coliflor, bróccoli y repollo. El precio subió porque hay en menor cantidad pero también se afectó la calidad y se puede encontrar el producto “quemado” por el sol.
También subió la lechuga porque es época de fuerte demanda, y el tomate porque hubo problemas en diciembre con plantaciones tiradas por el viento.
El precio mayorista del tomate llegó a los 100 pesos pero ya comenzó a bajar. También subieron los duraznos y los pelones. Eso es lo habitual en esta época de fin de zafra.
Hay buena oferta de hortalizas secas: cebolla, zapallo, calabacín. También de zanahorias y de berenjenas, que fueron incluidas en la canasta inteligente que elabora el Mercado Modelo.