Los cambios de rutina y el aislamiento pueden ocasionar alteraciones de sueño y depresión

Establecer nuevas rutinas y evitar “lo mayor posible” la habitación y la cama, es una estrategia eficiente.

Estudios demostraron que la alteración de sueño, síntomas vinculados a la ansiedad o a la depresión, aparecen no solo durante el periodo que dura la pandemia, sino también a largo plazo.

Es muy común, es muy frecuente, se rompe la rutina; el sistema nervioso tiene una capacidad increíble para adaptarse, y cuando le cambiamos todos los patrones de actividad y todos los estímulos a los que suele estar acostumbrado, un poco se desconfigura todo.

Quedarse en casa puede conducir a cambiar la alimentación o pasar más tiempo delante de las pantallas, ya sea del teléfono celular como de la computadora o la televisión; y cambiar horarios y hábitos. Muchas veces se evidencia en una alteración del sueño. Sucede tanto en adultos, como también con niños.

Hay un montón de estrategias que se pueden hacer desde la casa; la primera es mantener una rutina: crear hábitos, definir horarios para actividades, como por ejemplo para la comida; generar una rutina, mostrarle al sistema nervioso un patrón de actividad que le permita identificar los momentos acordes por ejemplo al sueño, a la comida, a la tarea, para regular el nivel de activación cerebral.

Una clave es evitar “lo mayor posible” “la cama y la habitación”.

Si yo como, juego, estudio o hasta hago ejercicio en la habitación o en la cama, obviamente durante la noche mi cuerpo no va a identificar ni el momento ni el lugar como correspondiente al sueño.

También es recomendable establecer rutinas previas al sueño: antes de ir a dormir hacer lo mismo siempre, en el mismo orden.

El celular y todas esas cosas se pueden suplantar una o dos horas antes de ir a dormir por los juegos de mesa o alguna actividad familiar de relajación, o la lectura por ejemplo.


Las Más Vistas