Durante su gestión a cargo de Secundaria, Puente tuvo varios desacuerdos con los gremios y sus propuestas más destacadas no tuvieron éxito.
Celsa Puente llegó a la Dirección General de Secundaria para reemplazar a Juan Pedro Tinetto, removido en enero de 2014. Antes de asumir en ese cargo, fue directora de dos liceos e inspectora, cargo que ocupó desde 2012.
Su “energía y convicción para liderar los procesos” de transformación en Secundaria fue una de las razones esgrimidas por Wilson Netto al justificar su elección.
Al inicio tuvo el apoyo de la oposición que pedía que el cambio no fuera sólo de autoridades sino en la implementación de cambios profundos. También recibió el respaldo en varias oportunidades de la ministra de Educación y Cultura María Julia Muñoz.
Durante su administración, se manifestó en contra de la repetición porque entendía que no era un mecanismo “sano para el alumno”, sin embargo los sindicatos bloquearon sus iniciativas al respecto.
Su propuesta de que la elección de horas se hiciera por dos años y no por uno, también fue resistida por los gremios docentes y no prosperó.
Aunque al asumir fue optimista en alcanzar el 6 % del PBI en la educación para 2020, esa idea también naufragó.
La relación con los sindicatos alcanzó puntos críticos, como en 2016, cuando Puente los calificó de “infames exhibicionistas” por la cantidad de horas que quedaban sin cubrir en ese momento.
Ese mismo año, el sindicato de Secundaria le pidió al Codicen que evaluara la capacidad de Puente para mantenerse en el cargo.
Uno de los últimos enfrentamientos que protagonizó fue con Eduy21 luego de que se dieran a conocer varias medidas propuestas por el colectivo educativo que ya estaban siendo implementadas por Secundaria.
Puente renunció este lunes a su cargo luego de que el Codicen se lo pidiera luego de tomarse dos semanas de licencia cuando solo se le había otorgado una para viajar a España. La exjerarca argumentó que no consiguió pasaje para una fecha anterior.
