Afirman que cumplieron con la ley y que la medida tiene carácter de sanción.
Los generales son cuestionados por el Poder Ejecutivo por su actuación en el tribunal de honor del Ejército y tribunal de alzada, que tuvieron conocimiento de las confesiones de José Gavazzo y Jorge Silveira sobre varios delitos cometidos en la dictadura.
El gobierno pidió al Senado que vote la venia para pasar a retiro a Claudio Romano, Carlos Sequeira, Alejandro Salaberry y Gustavo Fajardo.
Un escrito que presentó el abogado de los militares ante la Comisión de Defensa señala que ellos cumplieron con lo que dispone la ley, al informar a su superior sobre las confesiones, aunque admiten que “se faltó a la formalidad de dejar registrado el acto”.
El argumento es que comunicaron de los hechos a Guido Manini Ríos, pero eso no está escrito en el expediente. Afirma que el comandante dispuso que las actuaciones continuaran.
El escrito sostiene que la venia de destitución “tiene un contenido claramente sancionatorio”, y que sólo el presidente del Tribunal de Honor está obligado a comunicar al superior.
