El sindicato sostiene que la decisión de la empresa es en represalia al control obrero y reclama que el Poder Ejecutivo intervenga.
“Se plantea una represalia por el control obrero, que afecta a 57 trabajadores, cuatro de ellos con despido directo y 53 que van a tener una suspensión de catorce días. O sea, un estornudo adentro de la empresa va a ser motivo de despido”, dijo Alejandro Acosta, presidente del Sindicato del Gas.
Ante la medida de Petrobras, los trabajadores convocaron una huelga general el 27 de mayo y seguirán con la huelga de hambre que llevan adelante dos empleados.
El sindicato entregará una carta al presidente Tabaré Vázquez donde pide que el gobierno laude en el conflicto.
“Cada vez se vuelve más imperiosa una intervención del Poder Ejecutivo encabezado por Presidencia porque a esta altura se requiere una intervención directa que establezca mínimamente que mientras Petrobras arregla la salida no se afecten los puestos de trabajo ni a los usuarios", expresó Acosta.
