El canciller explicó que Uruguay no adhirió al comunicado crítico con el régimen de Maduro porque es necesario bajar la “tensión” en el Caribe para que no se “incendie la región”.
El canciller Mario Lubetkin destacó que en la cumbre del Mercosur todos los países estuvieron de acuerdo en que "Venezuela tiene que volver a la democracia".
"Todos hablábamos con el mismo lenguaje: todos estuvimos claros en que Venezuela tiene que volver a la democracia. Es una discusión que, así, nunca antes se había dado", manifestó este lunes en rueda de prensa.
Tras la cumbre del sábado, los presidentes de Argentina, Paraguay, Panamá, Bolivia, Ecuador y Perú publicaron un comunicado conjunto en el que expresaron la "profunda preocupación" por la crisis migratoria, humanitaria y social en Venezuela, que es un Estado suspendido del Mercosur.
Además, exhortaron a sus autoridades a "cumplir con los estándares internacionales" en materia de derechos humanos y a garantizar el debido proceso legal, así como la integridad física de todos los ciudadanos privados arbitrariamente de su libertad.
Orsi expresó su voluntad "inquebrantable" de colaborar con la restauración democrática en Venezuela
Brasil y Uruguay no acompañaron esta declaración y el canciller Lubetkin explicó por qué. "En el caso nuestro es porque, para nosotros, a la luz de la realidad que hay hoy, no basta solo decir", indicó.
"Venezuela no está en un escenario democrático y hay que ayudar para que se vaya hacia ese escenario democrático. Pero hoy eso no se puede desconectar con los niveles de tensión que hay en el Caribe. No podemos decir: viva la democracia en Venezuela y después entender que se nos incendia la región por un movimiento A, B o C", apuntó.
Con esto, el canciller se refería al despliegue militar en el Caribe que está construyendo Estados Unidos que tiene como objetivo combatir el narcotráfico en América Latina, con particular énfasis en Venezuela.
El gobierno de Donald Trump acusa a Nicolás Maduro de encabezar una red de narcotráfico y ha multiplicado medidas, tanto económicas como militares, para aumentar la presión sobre Caracas.
La postura del gobierno uruguayo es que la región permanezca "en paz" y llama a "bajar las tensiones en el Caribe", concluyó Lubetkin.