Madre de Lola Chomnalez dijo que procesamiento del presunto asesino le dio alivio, pero aseguró que hay otra persona implicada en el crimen

Adriana Belmonte admitió que en algún momento se le pasó por la cabeza ir a ver a Sena a la prisión; "Pensé verlo a los ojos, mirarlo a los ojos y ver qué me puede decir", expresó.

La madre de Lola Chomnalez, Adriana Belmonte, asegura que desde que asesinaron a su hija en 2014 en el balneario Valizas (Rocha), es mejor persona. Se siente con una "mayor claridad mental y tranquilidad" que no tenía hace ocho años, cuando Lola apareció sin vida en la playa.

Junto a su esposo, Diego Chomnalez, eligieron tomar este camino porque la otra opción era hundirse en la depresión, aseguró. En entrevista con Telemundo, confesó que los primeros años tras el crimen de su hija sentía "un dolor insoportable" que la llevó a pensar que, quizá, lo mejor era quitarse la vida. "Me pasó muchas veces que me las quería tomar de acá de la tierra", recordó. En todo este trayecto, su hija nunca estuvo ausente y aparecía en los sueños de Belmonte.

En uno de los últimos episodios, la adolescente que murió por asfixia, le marcó a su madre tres números: 12, 18 y 19. El pasado 12 de mayo la defensa de la pareja argentina tuvo una cita porque la Policía había encontrado a alguien que coincidía con la sangre que había quedado en la mochila de la joven. El 18 esa persona, Leonardo Sena, fue capturado y el 19 procesado como el principal sospechoso del crimen. 

Los padres de la adolescente se enteraron de que Sena había sido detenido a través del mensaje de una periodista uruguaya, a media mañana del pasado jueves 19 de mayo. Belmonte estaba en una reunión por Zoom cuando le sonó su celular y, luego de ver el WhatsApp, llamó a sus abogados, Jorge Barrera y Juan Raúl Williman, que ya estaban viajando a Rocha tras conocer la noticia.

"Un solo adjetivo no podría llenar todos los adjetivos, porque llorábamos, nos queríamos abrazar y nos queríamos encontrar con toda la familia", rememoró Belmonte. El giro que tomó la causa es como "un renacer".

— ¿Qué significa ese renacer para ustedes?

— Así como Lola estuvo asfixiada y llevó arena a sus pulmones por esa misma asfixia, poner un poco... llevarle un poco de aire. Llevarle la respiración ahí. Que Lola tenga ese aire y nosotros también. Que podamos exhalar de la manera más amorosa.

Belmonte admitió que en algún momento se le pasó por la cabeza ir a ver a Sena a la prisión, pero duda que el padre de Lola pueda enfrentar la situación. "Yo no sé si Diego podría. Le daría ganas de que sufra lo que de alguna manera sufrió mi hija. Eso en mis palabras porque él sería más contundente", agregó.

"Pero sí pensé verlo a los ojos, mirarlo a los ojos y ver qué me puede decir. No es algo que me quite el sueño", relató en la misma línea.

Precisamente sobre Sena, quien negó haber asesinado a la joven, asegurando que nunca vio a Lola y que no mataría "ni a una mosca", Belmonte fue contundente al explicar que la prueba de ADN no es subjetiva: "Hay una prueba que es irrefutable, que es su sangre y eso hace que él esté tras las rejas".

"Que haya matado a una mosca o a una abeja... si cargó con una violación, digamos que es inverosímil con sus palabras. Lo tomo como de quien viene", añadió sobre los dichos del procesado.

Además, dijo que "particularmente ella" piensa que hay otra persona involucrada en el crimen. "Veremos que pasa en todo este tiempo, no es que acá se cierra el caso y hay justicia, esto recién empieza", expresó.

La causa

Al comienzo, Belmonte pasó algunos meses en shock, reconoce. "No estaba entregada por completo a la causa", dijo. Admitió que durante algunos años "veía que no pasaba nada". Describió como una especie de recorrida "de gente que quedaba demorada, se le tomaba declaración y se iba". "Era como un desfile pero nunca nada en concreto", sostuvo, y contó que fue "un momento frustrante".

Sin embargo, mirándolo en perspectiva, la madre de Lola considera que el caso de su hija se "sacudió" cuando el fiscal de Rocha Jorge Vaz tomó las riendas de la investigación. Belmonte dijo que en su momento fue crítica con la investigación porque notaba que la información no fluía y que no había ninguna novedad, pero ahora entiende que las autoridades buscaron "blindar la causa" para poder trabajar con mayor precisión.

Reconoció ahora que sus críticas fueron un error y en cuanto pueda, buscará lograr un encuentro con Vaz y el resto del equipo fiscal para darles las gracias, afirmó.

En este proceso una persona clave es Natalia Sandberg, la genetista de Policía Científica que logró dar con el ADN de Sena. Belmonte habló con Sandberg hace algunos días y en esa charla hubo muchos silencios que hablaban más que las palabras, según la madre de Lola.

"Me parece una persona súper empática y súper compasiva. No mucha gente tiene esos dones", añadió Belmonte.

Durante todas las idas y venidas del caso, los padres de Lola siempre estuvieron presentes. "Diego y yo le prometimos a Lola que si algún día le pasaba algo, íbamos a estar para cuidarla. Y eso es una manera de tratar de cuidarla", afirmó convencida.


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