Marcelo Danza: "El Estadio Centenario tiene que ser abordado en un mantenimiento radical o una reconstrucción radical"

El decano de la Facultad de Arquitectura evaluó la pertinencia y la importancia de modificar el estadio de cara al Mundial 2030.

La remodelación o demolición del Estadio Centenario para que este cumpla con los requisitos de calidad de la FIFA ha sido tema de discusión dado el costo económico y patrimonial que puede significar. Esto es porque Uruguay quiere candidatearse como sede del Mundial 2030 junto con Argentina y Paraguay.

Marcelo Danza, decano de la Facultad de Arquitectura, dialogó con Telemundo sobre esto.

El Estadio Centenario fue declarado patrimonio histórico por la FIFA. Tiene un valor enorme en la conformación urbana de Montevideo y como pieza de arquitectura.

La primera pregunta que hay que hacerse es si queremos hacer un mundial en Uruguay o no. La segunda es si queremos que sea sede de ese mundial.

Tal cual está, el Estadio Centenario no puede albergar de ninguna manera un evento FIFA. Cumplirá 100 años en el 2030, tiene una estructura de hormigón que está bastante al límite, por lo que habría que hacerle una serie de mantenimientos fuertes.

Remodelar el Centenario es un tema de tiempo: será un poco antes o después, depende de cuándo queramos entrarle. Ya está entrando en una etapa crítica. Si no entramos a trabajar en él y lo que significa podemos ante algo más preocupante como un accidente.

Si queremos que el Estadio Centenario participe del Mundial 2030 hay hacerlo de nuevo. Hay muchísimas maneras: podemos conservar partes. La FIFA tiene unas normas hechas a rajatabla y que no hay diálogo posible al respecto.

¿Podremos entrar al mundo con un estadio de orgullo para el 2030? Estoy convencido que sí, pero para eso tenemos que cambiar el tono del debate: tenemos que entender que los edificios cambian, que el tiempo los cambia. Es necesario que cambien.

El Estadio Centenario se hizo en seis meses, lo que sigue siendo un hito. Se puede proponer construirlo en ese tiempo, que sería un esfuerzo enorme, con un gasto enorme. Los estadios en Brasil demoraron entre un año y medio y dos.

Las ciudades cambian, y tienen que cambiar. Es verdad que algunas piezas vale la pena mantenerlas intactas para mostrarle a las otras generaciones. Pero son muy pocas.


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