La directoria de Cifra consideró que el movimiento interpeló a "una clase política a la que ven lejos de sus problemas".
Tras la reunión de los autoconvocados del agro en el departamento de Durazno, ¿qué se desprende de sus planteos? ¿Cómo puede analizarse el surgimiento de este movimiento? ¿El Gobierno debe dar una respuesta o debe enfocarse en negociar con las gremiales?
Abordamos el tema junto a la directora de la consultora Cifra, Mariana Pomiés.
Creo que fue un evento importante, una movilización grande, más allá de que si fueron 50.000, menos o más. Fue una movilización grande de un sector que no suele movilizarse en su conjunto. Además, fueron autoconvocados, lo hicieron de manera espontánea. Intentaron desmarcarse de todos los partidos y mostrarse como productores independientes y productores, a los que se sumaron otras organizaciones y sectores.
Como todo movimiento grande, debe ser escuchado y atendido por aquellos a los que se dirigieron. Marca un movimiento importante y distinto en lo que son los movimientos sociales en Uruguay.
Los discursos fueron distintos e interesantes, cada uno apelando a diferentes elementos. Creo que tocaron cada una cosas distintas. Pero más allá del Gobierno, el grueso de las reivindicaciones le hablaba a la clase política: a las intendencias, a los legisladores. Creo que eso es típico de un movimiento social que interpela a una clase política que la ve lejos de sus problemas.
Tocaron temas que no son nuevos, que se vienen reclamando desde hace tiempo. Lo que está claro es que ahora la sociedad del interior se une y plantea esto en su conjunto, de forma explícito.
La plataforma es muy amplia y de negociación, no se puede esperar que el Gobierno responda a todo de esa manera. Pero todos son temas que se vienen tocando desde hace tiempo, y de los que el Estado se ha ocupado, pero no ha tenido los efectos esperados desde el punto de vista de la población.
Los gobiernos, tanto el nacional como el departamental, deberían responder en estos temas. Ellos no piden que no entre nadie, hasta marcaron áreas como seguridad, educación, salud en los que sí, pero el Gobierno les había prometido que iba a achicar. Es lógico que quienes pagan los impuestos reclaman austeridad para que ellos puedan liberarse un poco de la carga impositiva.
Se debería dar una respuesta, no solo de palabra, más si el Gobierno quiere mejorar su performance. El Gobierno no está en un buen momento de evaluación desde el punto de vista de la opinión pública. El interior no es el lugar donde hay más votantes del Frente Amplio, pero el Gobierno es de todo el país.
Este movimiento social es nuevo. En este caso, eso lo hace difícil para el presidente, porque no hay una identificación de con quién hablar. Pero debería buscar la forma de dialogar con ellos o de incluirlos de alguna manera.
