"Yo soy un nombre en un papel, la otra gente iba todos los días y cobraba un sueldo", sostuvo la actual presidenta de Ancap.
Cuando el negocio de la regasificadora se cayó, Gas Sayago inició un proceso de cierre a través del cual vendió sus acciones y despidió a sus funcionarios. Sin embargo, según informó el diario El Observador quedó una empleada: la actual presidenta de Ancap, Marta Jara.
La ingeniera fue consultada al respecto y respondió: Yo pedí licencia, trabajaba en Gas Sayago, me convocaron a esa empresa y actué ahí bajo el derecho privado. Cuando tuve el honor de que me invitaran a venir a Ancap pedí licencia sin goce de sueldo, que me la otorgaron, y acá estoy en Ancap. Cuando termine mi mandato acá volveré a Gas Sayago, estaré a disposición de la empresa y la empresa decidirá qué hace conmigo (...). Yo soy un nombre en un papel, la otra gente iba todos los días y cobraba un sueldo. En mi caso, por el motivo que sea, la empresa decidió no innovar y ya veremos.
La presidenta de Ancap asegura que en los hechos no hay costos agregados al Estado: No, porque es sin goce de sueldo. Eso es obvio. De hecho el trabajo que yo hago acá en Ancap cuesta menos que el que hacía en Gas Sayago, por razones obvias.
Según El Observador, Jara cobraba 400.000 pesos de salario en la gerencia de Gas Sayago y pasó a cobrar 100.000 en la Presidencia de Ancap.
