Meses de espera, ansiedad, hermetismo y negociaciones: un repaso por la relación Uruguay-UPM

La firma del acuerdo cierra la primera etapa del proceso de inversión.

Finalmente, se firmó el acuerdo con UPM que cierra la primera etapa hacia la construcción de una tercera planta de celulosa. Desde comienzo del año, se habló de este contrato, que insumió una negociación mucho más larga que la prevista.

En febrero, el presidente Tabaré Vázquez viajó a Finlandia por varios asuntos y comenzaba a hablarse de la firma de un contrato que habilitara una instalación de planta de celulosa, luego del interés que había anunciado UPM de una inversión en Uruguay.

En este viaje, el ministro de Economía, Danilo Astori, daba señales de uno de los puntos más importantes de la negociación: el canon que debería pagar la empresa.

En mayo, el presidente Vázquez anunciaba que se estaba cerca de firmar el contrato, que restaban algunas semanas de negociación más.

No solo pasó ese mes y medio sino varios meses más donde la negociación fue intensa, y que por momentos generó diferencias en el Gobierno. A tal punto que provocó la renuncia del asesor del Ministerio de Economía, Andrés Masoller.

En el Gobierno, varios vivieron con ansiedad la espera. En declaraciones públicas, Vázquez decía que era inminente, sin embargo, Astori repetía que aún faltaba.

A mediados de octubre sí apareció la palabra de Vázquez que no dejaba dudas.

Tampoco fue la semana siguiente: sobre fin de mes, Vázquez seguía esperando la respuesta.

Al otro día tampoco llegó la respuesta, el lunes 30 de octubre sí hubo una señal. Estaba todo listo, pero UPM pidió tiempo.

Y si bien los 10 días se cumplían el viernes, el martes 7 ya estaban todas las partes de acuerdo con el contrato acordado y revisado para estampar la firma y abrir una nueva etapa.


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