Muerte súbita afecta a unas 12 personas "en aparente estado de salud" en Uruguay cada día, explicó cardiólogo

Ante una situación de este tipo, es muy importante lo que por esa persona pueden hacer quienes están presentes en el momento del evento.

Antes del Covid-19, en Uruguay las enfermedades cardiovasculares eran la principal causa de muerte. Un total de 24 personas fallecen cada día por esta causa, y "extrapolando datos de otros países, se estima que la mitad de ellos se presentan como muerte súbita", explicó el cardiólogo e intensivista Álvaro Niggemeyer. Es decir, que cada día mueren entre 10 y 12 uruguayos por muerte súbita, que "es la muerte inesperada de causa natural, que afecta a las personas en aparente estado de salud", según la definición del especialista.

Esa fue la causa de muerte del ministro Jorge Larrañaga, que este sábado falleció a los 64 años de edad. Niggemeyer explicó que estos casos se dan en personas que pueden tener o no antecedentes cardiovasculares.

Ante una situación de este tipo, es muy importante lo que por esa persona pueden hacer quienes están presentes en el momento del evento. "Lo que hay que hacer es reconocer el paro, hacer correcto masaje cardíaco y utilizar un desfibrilador", mientras se espera la ambulancia, explicó Niggemeyer. De esa manera la posibilidad de sobrevida aumenta de un 5 a entre un 50 y 70%.

Dentro de las causas de las muertes súbitas, la principal es la enfermedad coronaria, que se previene de la misma forma que todas las enfermedades cardiovasculares: "Haciendo vida sana, ejercicio, comer sano, bajar de peso, no fumar, controlar la presión y diabetes, y tener un chequeo médico regular", dijo el intensivista. "Tenemos el diario del lunes de lo que pasó en Europa, y luego de la primera ola de muertes por Covid-19 hubo una ola de muertos por enfermedades crónicas por no tener adecuado acceso a los servicios de salud", agregó Niggemeyer.

El intensivista dijo que en los centros de terapia intensiva de todo el país "estamos viviendo una situación prácticamente de guerra". El CTI en el que él trabaja tiene más de 60 pacientes graves con Covid-19, en una institución que "habitualmente tenía menos de 30 camas ocupadas". "La gente está sufriendo y muriendo lejos de su familia, muchas veces ni siquiera pueden ver el cuerpo, ni velarlos", agregó el especialista, y dijo en ese sentido que "la crueldad de toda esa situación contrasta con lo que estamos viendo acá, que de repente uno va a una superficie comercial o un restaurante y está lleno de gente".

"Tenemos la certeza que la principal vía de transmisión es la exógena, o sea el aire expirado. Eso queda en el aire durante una hora y no alcanza con sentarse en una mesa a dos metros", agregó. En el velorio de Larrañaga, cuya muerte "lamentamos enormemente", "los políticos no estuvieron a la altura", consideró. Fue en "un lugar cerrado, con mucha gente, mal ventilado", expresó Niggemeyer, y afirmó que "hubiera sido una buena oportunidad para dar el ejemplo a la población, demostrar que las pautas se empiezan a cumplir desde arriba".

"Si encima el mensaje político es que algunos lo pueden hacer y otros no, creo que vamos por mal camino", sentenció el cardiólogo.


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