El hecho sucedió este sábado en Las Piedras.
“Estábamos tranquilos en casa jugando un truco, festejando sano, pero no lo podés hacer porque a unas personas no les gustó perder: no puede ser, estamos todos locos”. Así resumió Martín lo sucedido este sábado luego del clásico en su casa de Las Piedras (Canelones), donde él y su familia habían colgado una bandera de Peñarol e hinchas de Nacional irrumpieron a los tiros.
Dos personas fueron baleadas por los hinchas de Nacional, que llegaron hasta la vivienda con la intención de robar una bandera de Peñarol. El hecho sucedió después del partido clásico que se disputó en el Campeón del Siglo. Según indicó la Policía de Canelones, un grupo de amigos se encontraba reunido en una casa en las calles Ramón Ortiz y Paraguay. Hasta allí llegaron dos personas: una vestía un canguro rojo de Nacional y otro uno gris. Los hombres pretendían robar una bandera de Peñarol: amenazaron a los presentes, efectuaron disparos, hirieron a dos personas y se llevaron la bandera en cuestión.
“Fue un momento difícil. Terminó el partido, estábamos en casa mirándolo, salimos a festejar, teníamos la bandera colgada y gritábamos “¡Peñarol!”. Nos pusimos a jugar al truco al lado del parrillero. De repente aparece uno atrás mío, con un arma, apuntándome. Primero pensé que era una joda. Pero cuando miré para otro lado y vi a otro más con un arma, ahí me di cuenta de que no era joda. Por cómo venía la movida, me imaginé que era por la bandera. Uno me decía ‘quedate quieto o te quemo’. Empezaron a disparar y empezamos a correr, yo me escondí, otros entraron”, afirmó Martín, dueño de la casa donde sucedió el episodio, en entrevista con Telemundo.
“Cuando se calmó todo, no escuchamos más tiros, vimos que se habían ido. Ahí empezamos a ver si alguno tenía algo. Mi cuñado se miró la pata y estaba sangrando. Un amigo lo mismo en el glúteo. Llamamos al 911 y se llevaron a los dos heridos”, agregó.
Martín contó que es habitual que cuelguen la bandera de grandes dimensiones cuando se juntan en su casa con familiares y amigos a ver clásicos o partidos de la Copa Libertadores. “Jamás tuvimos problemas. Incluso ha venido gente a sacarse fotos”, indicó.
Con todo, Martín lamentó que la violencia haya llegado a estos niveles. “No puede ser que una persona trabajadora, en su casa y con su familia, no pueda colgar una bandera porque viene uno y te tira unos tiros. La bandera, el trapo, no importa, pero el tema es no poder estar tranquilo en tu casa. ¿Mirá si salgo con la camiseta de Peñarol y a uno se le ocurre por eso pegarme un tiro? La gente está mal”, dijo.
“Esto queda como que es barra de Peñarol contra barra de Nacional, pero no es así. Esto es una casa de familia e hinchas de Nacional”, concluyó.
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