"Arazatí no tenía la capacidad de abastecer a toda la demanda del área metropolitana, como ahora con Casupá y estas obras sí tendremos", dijo el ministro de Ambiente.
El ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, respondió este lunes al expresidente Luis Lacalle Pou, luego de que el exmandatario criticara la decisión del gobierno de Yamandú Orsi de cancelar la construcción de la planta de agua potable en la zona de Arazatí, en San José. En su lugar, se anunció, se hará una nueva planta en Aguas Corrientes (Canelones), donde ya existe una.
El expresidente calificó como "netamente política y técnicamente desacertada" la decisión del gobierno, al sostener que esta no contribuye a diversificar las fuentes de agua del país, ya que continúa dependiendo de la misma cuenca hídrica.
Quien está equivocado, según Ortuño, no es el gobierno actual, sino el anterior. "Respeto la opinión del expresidente, (pero) creo que se equivoca, (está) francamente equivocado. Es una decisión que está largamente fundamentada por los técnicos. Los ingenieros de la gerencia de Agua Potable de OSE nos entregaron un documento a principios de esta administración fundamentando técnicamente la inconveniencia de la toma en Arazatí y la importancia de fortalecer las reservas de agua en Casupá. (...) Además, los estudios técnicos realizados por ingenieros nacionales y extranjeros fundamentan la conveniencia de apostar al Santa Lucía y la inconveniencia justamente por los temas de salinidad, de calidad y los costos asociados a superar esas debilidades del Río de la Plata de tomar agua en Arazatí".
La obra implica la construcción de una planta potabilizadora en la cuenca del río Santa Lucía, en Aguas Corrientes, con capacidad de 200.000 m³ diario. Además, se construirá una represa en la zona de Casupá.
Según el ministro, con estas dos obras la cobertura de agua potable para el área metropolitana "está asegurada". En contraposición, consideró que la planta de Arazatí "no era la solución, ni en calidad, ni en cantidad".
"Arazatí no tenía la capacidad de abastecer a toda la demanda del área metropolitana, como ahora con Casupá y estas obras sí tendremos", indicó.
Ahora, ¿se trató de una decisión política, como cuestionó Lacalle Pou? "Sin duda es una decisión técnica, porque estamos eligiendo y resolviendo la solución que viene recomendada por numerosos estudios técnicos del gobierno anterior pero también de gobiernos que gobernaron el país hace muchos años como el plan director de OSE del 2000 o incluso un informe de 1970. (...) Tiene, sí, la voluntad política del gobierno que lo respalda", respondió.
Una de las principales críticas de la oposición es que se estaría tomando agua en ambas represas de la misma cuenca, el Santa Lucía. Consultado sobre este punto en el marco de una eventual sequía, Ortuño explicó: "Lo que nos dicen los estudios técnicos es que frente a una sequía lo que se necesita es, en primer lugar, disponer de cantidad de agua, de calidad de agua y de seguridad en relación al agua. Cantidad, ya sabemos quién tiene capacidad de brindar toda el agua que se consume en el área metropolitana, que es la planta de Aguas Corrientes, que requiere el respaldo de reserva de agua que le dará Casupá. En calidad, es muy superior la calidad del Santa Lucía a los problemas de salinidad, de cianobacterias, de bromuros que tiene el Río de la Plata y que ya experimentó la población cuando tuvo que tener agua salada en su casa. Y seguridad, naturalmente el Santa Lucía depende de las políticas de gestión ambiental del río Santa Lucía que tiene que hacer el Uruguay y nuestros organismos, a diferencia del río de la Plata que en su calidad depende del manejo ambiental que hagan nuestros vecinos, Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia. Entonces, sin duda, técnicamente la apuesta que ha hecho el Uruguay recomendada desde hace más de 50 años con este gobierno es la más adecuada".