Se trata de un producto uruguayo, con más de 100 años, que tiene inumerables atributos para ocupar este lugar; como ser artesanal, sin conservantes ni aditivos, totalmente sano, sin grasas y con bajos niveles de sodio
En julio de este año, el aniversario número 135 del Centro Industrial de Panaderos del Uruguay no pasó desapercibido. Y es que, en el marco de esa celebración, la institución invitó a la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, y la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, a una actividad diferente: amasar y preparar pan marsellés.
Ahora, desde ese centro proponen que este aniversario coincida con un paso importante para la panadería en Uruguay: que el pan marsellés sea considerado patrimonio inmaterial del Uruguay.
“Se está trabajando en la posibilidad de establecer un convenio y un acuerdo para que el Departamento de Patrimonio Inmaterial de la Comisión del Patrimonio inicie la tarea que hace a la definición de un patrimonio inmaterial, que es muy larga, muy extensa en el tiempo, y eso va a involucrar a toda la producción del pan”, explicó en rueda de prensa este martes Willy Rey, director de la Comisión del Patrimonio del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
Rey señaló que todavía se está en “una instancia muy embrionaria”, pero que cree que avanzará. “Si efectivamente caminamos en esa línea, que creo que lo vamos a hacer, eso llevará un año y medio por lo menos de trabajo”, dijo, y explicó por qué: “Hay que involucrar a los actores, hay que generar inventarios de bienes, hay que hacer talleres. Y, por supuesto, una profunda investigación histórica. Pensemos que la panadería ya está en el inicio de nuestra construcción de la nación y, por lo tanto, hay mucho que analizar e investigar, y como resultado de eso poner en valor”.
Por su parte, el presidente del Centro de Industriales Panaderos del Uruguay, Álvaro Pena, destacó la reunión que mantuvieron con los integrantes de la Comisión para conversar sobre los atributos del pan marsellés y, a la vez, de la panadería que "ha estado siempre presente en la historia del Uruguay", desde aquella primera asamblea en 1982.
Este pan, explicó Pena en entrevista con Telemundo, no es originario de Marsella, sino de Uruguay. "Todos los uruguayos lo conocen, tiene más de 100 años y muchos atributos para ocupar este lugar; como ser artesanal, sin conservantes ni aditivos, totalmente sano, sin grasas y con bajos niveles de sodio", subrayó.
El representante del Centro de Industriales Panaderos del Uruguay explicó que este fue el primer acercamiento con la Comisión, que consideró que son de recibo los atributos que se destacan de este producto al que se le pone harina de maíz por arriba.
Pena reconoció que muchas personas de otros países cuando conocen el pan marsellés no saben ni se imaginan cómo se hace. "Cuando lo ven quedan muy sorprendidos", aseguró.
"Ahora comienza un trabajo largo pero de varios pasos para poder llegar a que sea nombrado", señaló Pena, quien recalcó también el papel de la panadería uruguaya. "Han pasado crisis, pandemias, guerras, hambre; y la panadería siempre se mantiene al firme", recordó.
Hay negocios -enfatizó- que tienen más de 100 años y hoy siguen con las puertas abiertas. "La panadería de barrio, un negocio familiar y de cercanía, está inserta en la sociedad uruguaya", concluyó.
