Para el psicólogo forense Gustavo Álvarez, es razonable la preocupación de los funcionarios de Vilardebó por tener a Pereyra recluido ahí

"Este tipo de personalidades no tienen apego a ninguna conducta terapéutica", dijo el especialista.

El recluso que asesinó y decapitó al Pelado Roldán fue internado en un "cuarto fuerte" del Vilardebó tras comerse su propio dedo. Los funcionarios del hospital psiquiátrico están preocupados por el ingreso de un recluso de tanta peligrosidad.

¿Se puede rehabilitar alguien con estas características?

De confirmarse el diagnóstico de una psicopatía con características perversas la probabilidad de reinserción y rehabilitación casi no existen. El psicópata no siente empatía con el otro, para él el otro una cosa que le puede servir, que le puede dar un beneficio secundario eventual, pero nunca una persona. No siente culpa ni remordimiento.

¿Es razonable la preocupación de los funcionarios del Vilardebó?

Por supuesto. Junto con esto agregamos que este tipo de personalidades no tienen ningún apego a ninguna conducta terapéutica. Se puede controlar mediante psicofármacos, que se puede controlar, pero al libre albedrío nunca va a seguir un tratamiento porque no entiende que haya nada que está mal.

¿Es probable que haya una historia oculta atrás? porque todas estas monstruosidades se dieron en los últimos seis años.

De los casos particulares es un atrevimiento hablar específicamente. Pero en líneas generales en las psicopatías empiezan a delinquir en edades muy tempranas, incluso desde niños o adolescente empiezan con conductas disruptivas que van aumentando en frecuencia e intensidad hasta llegar algunos de ellos altamente aberrantes. Desde la psicología forente o desde la psicología aplicada a la actividad criminal una psicopatía perversa que debuta a los 30 o 33 años no existe.

¿Conoció casos similares?

Casos de vilipendio de cadáveres sí, he entrevistado a algunos reclusos hace largo tiempo en Comcar y en Libertad. De antropofagia (comerse restos humanos) no.


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