Allegados a Diyab aseguran que su estado de salud es delicado y denuncian que aún no recibió toda la información que solicitó al Gobierno.
Ante la denuncia del Ministerio de Salud Pública, el juez Nelson Dos Santos dispuso que tres médicas, una intérprete y un policía de Inteligencia visitaran a Jihad Diyab para verificar su estado de salud. El policía tenía la orden de firmar todo el encuentro.
Al retirarse del lugar, no quisieron hacer declaraciones, pero sí hablaron dos de las personas que integran el grupo cercano al exrecluso de Guantánamo.
Aseguran que el exrecluso se niega a recibir atención médica y aclararon que es él quien decide.
En este sentido, explicaron:
“Los médicos pueden pasar a verlo todas las veces que ellos vienen. Se les abre la puerta, suben al apartamento, acceden a él, pero lo que no pueden hacer es forzarlo a realizarse controles médicos que no está dispuesto a realizarse. A veces lo intentan convencer, otras se retiran porque ya saben.
Hoy hacen 63 días de huelga de hambre. La huelga le está costando lo suyo. Le está comiendo los músculos, tiene calambres, dolores, no tolera la luz, le duele la cabeza. Son una cantidad de cosas permanentes que lo llevan a un estado calamitoso, está al borde”.
