Un informe sobre el aumento de los precios del gasoil y de la nafta, así como la discusión en torno al subsidio del supergás.
La semana pasada aumentaron los precios de los combustibles: $ 5 por litro el gasoil y $ 5 por litro la nafta, mientras que el supergás se mantuvo. ¿A dónde van esos $ 5? ¿A que responden esos $ 5 adicionales y qué estamos pagando realmente cada vez que cargamos nafta, además de lo que se lleva Ancap por el producto?
Lo primero que hay que tener en cuenta es la nueva modalidad que hay para la fijación de los precios. Por un lado, recordemos, el Precio de Paridad de Importación (PPI), que no es otra cosa que el promedio de cómo ha evolucionado el precio del crudo en el mundo en los últimos 30 días. Es decir, se trata de un precio dado que determina si se sube o si se baja el precio.
A eso hay que sumarle un plus: el factor X, también conocido como sobrecostos de Ancap. De los $ 5 adicionales por litro, $ 3 corresponden al factor X y $ 2 al precio del crudo.
De los $ 3 del factor X, $ 0,66 corresponden a las deudas de Ancap, a la situación deficitaria del portland y a ineficiencias de funcionamiento propias del ente. $ 1,7 de ese total es destinado al subsidio del supergás y $ 0,64 se debe a la mezcla con etanol.
Es importante tener en cuenta que a lo largo de los años los organismos internacionales han hablado sobre la importancia de que Uruguay no utilice el precio de los combustibles para contener la inflación o para corregir el déficit fiscal. Con la decisión de tomar como referencia el precio internacional del crudo se toma en cuenta, en parte, esta recomendación.
Hasta ahí, la explicación del aumento de $ 5. Pero: ¿qué paga uno cuando carga combustible en su vehículo?
El litro de gasolina Super cuesta $ 70,8 desde el último ajuste. Ese total está compuesto por los costos de distribución y comercialización (14%), el impuesto IMESI (40%), un flete secundario (1%), el ingreso neto de Ancap sin tener en cuenta el factor X (42%) y el factor X (4%).
En tanto, el litro de gasoil cuesta $ 50,7 desde el último ajuste. Este total está compuesto por los costos de distribución y comercialización (18%), IVA (15%), un flete secundario (1%), tasa de inflamables y otros impuestos menores (1%), fideicomiso (7%), el ingreso neto de Ancap sin tener en cuenta el factor X (54%) y el factor X (6%).
El precio del supergás se mantuvo: la garrafa de 13 kilos sigue costando $ 730. ¿Por qué no cambia el precio? Se trata de una decisión política del gobierno, ya que la mayoría de las personas utiliza este combustible para calefaccionarse y cocinar, por lo que es importante que el valor se mantenga estable.
Sin embargo, esto no quiere decir que se vaya a mantener indefinidamente: Ancap pierde $ 40 por cada kilo de supergás, que está subsidiado.
Es interesante ver que en los 20 últimos años, en la medida que aumentaba el precio del supergás, aumentaba la participación de distribución y comercialización y era menor el porcentaje que se llevaba Ancap. Es decir, a lo largo de los años el ente ha perdido más y más dinero por este combustible.
¿En qué se van los $ 730? Este total está compuesto por el margen de distribución promedio y envasado (58%), IVA (18%), tasa de la Intendencia de Montevideo (1%) e ingreso de Ancap (23%).
Hay contratos que están fijados hasta 2023. El ente está trabajando en este tema y necesita el espaldarazo del gobierno pero, por ahora, esto no se puede cambiar.
