La mujer tiene varios antecedentes penales. La última vez había sido procesada por apropiación indebida en 2010.
Adriana Cifuentes tuvo una participación destacada en las actividades ilegales que fueron descubiertas con la Operación Campanita, que se inició en el año 2003 y que para la Policía formalmente culminó en el 2006. En la investigación el entonces juez Álvarez Petraglia usó por primera vez en la historia una testigo protegida, que resultó ser Adriana Cifuentes. Esta mujer perdió esa condición luego que se develara su identidad y se descubriera que estuvo involucrada en la venta irregular de varias propiedades en Punta del Este y Montevideo.
Mientras se encontraba protegida y con custodia policial, la empresaria estafó a varios propietarios de inmuebles de Punta del Este. Esto provocó la renuncia de Álvarez Petraglia y tomó el caso el juez penal Gabriel Ohanian, quien finalmente procesó a Cifuentes por estafa.
En el año 2010 Cifuentes reincidió y fue procesada por la entonces jueza Adriana Graziuso por apropiación indebida luego de quedarse con dinero de un propietario de un inmueble.
Desde esa fecha Cifuentes desapareció hasta que este fin de semana reapareció como Adela Galván. Cifuentes y Galván son la misma persona, a pesar de que ahora tenga el pelo negro y esté al frente de la inmobiliaria Innova, en la calle 29 y Gorlero.
