Una reciente encuesta global de CFA Institute muestra que 8 de cada 10 trabajadores jóvenes creen que al jubilarse cobrarán la plata que les corresponde, mientras que los BPS del mundo estiman que en los próximos 10 años ya no estarán en condiciones de pagar las jubilaciones hoy previstas. Tenemos un divorcio de expectativas.
Y Uruguay no es la excepción: el sistema previsional es deficitario.
Mantenerlo requiere de 6.000 millones de dólares por año (un 12,5 % del PIB), y ya de entrada es deficitario en un 50 % (en 3.000 millones), de acuerdo con cálculos del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres).
En este gráfico, incluido en la última rendición de cuentas que presentó el gobierno, se observa la plata que rentas generales tiene que transferir a la seguridad social para cumplir con el pago de las jubilaciones.
Y un dato no menor es que en Uruguay el 95 % de los mayores de 65 años recibe alguna jubilación o pensión.
Hay consenso en que una reforma del sistema previsional es necesaria y para esto la LUC creó una comisión honoraria de expertos, que para mediados del 2021 presentaría una propuesta.
Hoy solo el 45 % del sistema previsional se financia con los aportes de los trabajadores y los empleadores. Son los descuentos que figuran en el recibo de sueldo.
El otro 55% se financia a través de toda la sociedad, mediante los impuestos que pagamos.
Y es importante entender que a Uruguay se le agota el llamado “bono demográfico”, es decir, que pasará a tener más pasivos que trabajadores activos, lo que hace insostenibles las cuentas porque serán menos los que aportan y más los que reciben.
Ceres y Cinve, dos centros referentes en la generación de análisis sobre este y otros temas, suman algunas ideas, que probablemente haya que combinar: desde unificar el sistema (porque hoy además del bps están las cajas militar, policial y profesional), generar fondos de ahorro que busquen mayor rentabilidad individual para que el monto de la jubilación aumente por la vía de las AFAP, hasta exigir más años de trabajo o reducir el porcentaje que recibirá la persona jubilada respecto a lo que cobraba.
Estas son discusiones que estarán presentes en los próximos meses.
