"Repudiamos todo acto de abuso": Sociedad Ginecotocológica se expresó sobre caso de ginecólogo suspendido por MSP

El caso se inició el 14 de diciembre de 2020 con la denuncia de una paciente ante el Colegio Médico del Uruguay.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) suspendió por seis meses a un ginecólogo que abusó de varias pacientes. La suspensión se dio tras el fallo del Tribunal de Ética Médica que señala que el profesional "se apartó groseramente del relacionamiento debido en la vinculación interpersonal médico-paciente".

Ante esta situación, la Sociedad Ginecotocológica del Uruguay (SGU) emitió un comunicado en el que señalan que repudian todo acto que se “aparte de la ética del respeto del paciente, y todo acto de abuso sexual o abuso de poder”.

“La práctica de la obstetricia y la ginecología incluye la interacción en momentos de intensa emoción y vulnerabilidad para los pacientes e implica exámenes físicos sensibles y en ocasiones el intercambio entre colegas de información privada de los pacientes. El comportamiento “sexual inadecuado” por parte del personal de salud se entiende cuando se utilizan gestos o expresiones seductoras, sexualmente sugestivas, irrespetuosas de la privacidad del paciente o sexualmente degradantes para un paciente, o el contacto sexual físico entre un médico y un paciente, ya sea iniciado o consentido por el paciente, y participar en cualquier conducta con un paciente que sea sexual o que pueda interpretarse razonablemente como sexual. En ginecología y obstetricia son particularmente sensibles los exámenes físicos, los cuales deben explicarse adecuadamente, realizarse solo con el consentimiento del paciente, respetando su pudor y con la cantidad mínima de contacto físico requerido para obtener datos para el diagnóstico y el tratamiento. También se recomienda ofrecer a los pacientes la oportunidad de hacer preguntas o expresar inquietudes sobre cualquier elemento del examen”, señala el comunicado.

En ese sentido, desde la Sociedad Ginecotocológica del Uruguay recuerdan “que los obstetras y ginecólogos/as están obligados ética y profesionalmente a denunciar la conducta sexual inapropiada o su sospecha por parte de cualquier profesional de la salud a las autoridades correspondientes; destacando que cualquier conducta sexual por parte de los médicos es un abuso del poder profesional y una violación de la confianza del paciente, y aunque estas prácticas son poco comunes en la atención clínica son indiscutiblemente inaceptables”.

“Como ya hicimos en otras oportunidades en función de otorgar las máximas garantías a las usuarias, reclamamos a los Prestadores de Salud la presencia de personal de enfermería acompañando a los ginecólogos/as y obstetras durante toda la consulta médica”, agrega el comunicado.

El caso se inició el 14 de diciembre de 2020 con la denuncia de una paciente ante el Colegio Médico del Uruguay. En la misma, la mujer relataba que durante una revisión ginecológica en la que el referido profesional debía realizarle un Papanicolau, el hombre introdujo sus dedos en su vagina varias veces antes de colocar el especulo, la acarició e hizo valoraciones sobre su estado físico, entre otros aspectos. "Lo único que quería era que terminara para poder irme", relató la mujer.

Lo denunciado ocurrió en la clínica Premed que brinda servicios en Ciudad de la Costa para Sociedad Universal y fue denunciado también ante esa mutualista y a nivel policial.

A raíz del recurso presentado por la paciente, el Colegio Médico, a través de su Tribunal de Ética Médica, realizó las indagatorias de las cuales surgió que el médico en cuestión tenía denuncias verbales de otras pacientes y una por escrito en la misma clínica.


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